Si se perciben indicios de un escape de gas, la peor opción es ignorarlos. Actuar rápido y tomar precauciones básicas puede salvar vidas.
Más leve o más notorio, el olfato lo identifica al instante: hay «olor a gas«. Eso implica que de un momento a otro podría ocurrir una explosión. Y que deberíamos actuar rápido para tratar de evitarla.
Sin embargo, a veces la gente demora en reaccionar o directamente ignora los indicios, ya sea por subestimar el peligro que está corriendo o por temor a que le corten el suministro. Las consecuencias pueden ser desde daños materiales gravísimos hasta pérdidas humanas irreparables.
La capacidad destructiva de los incidentes por pérdidas de gas volvió a quedar en evidencia este sábado al mediodía, cuando una terrible explosión en Villa Devoto dejó dos viviendas prácticamente reducidas a escombros, provocando la muerte de un vecino de 76 años, heridas a un operario de Metrogas y daños importantes en los alrededores. En el lugar habían reportado olor a gas.
Ante la conmoción que generó este episodio, cuyas causas aún se investigan, muchos comenzaron a pensar qué deberían hacer exactamente en caso de sentir olor a gas en su vivienda, para evitar un desastre semejante. Y también qué errores no hay que cometer.
Clarín lo consultó a las distribuidoras de gas del AMBA –Metrogas y Naturgy– y al Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas). Revisó también lo indicado para estos casos por el Consejo de Federaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina. A continuación las principales recomendaciones, resumidas en una guía práctica.
Escapes de gas: causas y consecuencias
Las fugas de gas pueden ocurrir por distintas causas, entre las que se mencionan desde descuidos por mal uso hasta artefactos dañados e instalaciones en mal estado por antigüedad, por falta de mantenimiento o por tener materiales inadecuados. También se producen a veces por errores de quienes hacen obras en la vía pública.
El gas natural, un hidrocarburo compuesto por una mezcla de gases, originalmente no tiene olor. Pero las empresas, antes de enviarlo a los hogares, le agregan eso que reconocemos como «olor a gas» -un odorizante– justamente para que los usuarios puedan advertir si hay pérdidas.
Los escapes de gas también pueden generar un silbido o soplido que debería tomarse como otro signo de alerta.
Las consecuencias de una fuga pueden ser desde incendios y explosiones hasta asfixia, ya que en lugares cerrados el gas natural empieza a desplazar al oxígeno.
Paso a paso, qué debés hacer si sentís olor a gas en el hogar: 5 medidas urgentes
Ante un escape de gas menor, que genere sólo un olor leve, se aconseja:
1. Cerrar la llave de paso del gas y verificar que cada artefacto quede apagado y cerrado.
2. Ventilar los ambientes abriendo puertas y ventanas, para que circule el aire.
3. Apagar los artefactos eléctricos. Conviene no usar tampoco los ascensores.
4. No fumar ni prender fuego. Tener en cuenta que hasta una mínima chispa puede causar una explosión.
5. Llamar a un gasista matriculado cuanto antes para que ubique la pérdida, la solucione y verifique si es seguro volver a usar la instalación.
Por su parte, si hay olor a gas fuerte o se escucha un soplido, se puede estar ante un escape muy peligroso. Para esos casos la indicación es directamente evacuar la vivienda rápido (sin encender luces ni velas) alertando a los vecinos, llamar a la empresa distribuidora de inmediato y no reingresar al hogar hasta que los técnicos confirmen que es seguro hacerlo.
Ante estas emergencias, en cualquier día y a toda hora, los clientes de Metrogas deben llamar al 0800-999-1050. Los usuarios de Naturgy tienen a disposición la línea gratuita 0800-888-1137 o el 11-4754-1137.
El Enargas, por su parte, atiende en el 0800-333-4444 para asesorar o intervenir si el reclamo no fuera respondido adecuadamente.
Consejos básicos para prevenir incidentes por escapes de gas
-Hacer una revisión anual de la instalación de gas del hogar y de todos los artefactos.
-Contratar sólo a gasistas matriculados para instalar artefactos y hacer el mantenimiento.
-Preferir siempre artefactos de tiro balanceado (obligatorios en dormitorios) en vez de los que carecen de salida al exterior.
-Instalar detectores que alertan ante la presencia de gas natural y de monóxido de carbono.
-Colocar aberturas permanentes (rejillas) que aseguren el ingreso de aire.
-Al salir de viaje, cerrar la llave de paso.
-Antes de cualquier excavación en la vía pública, pedir que se verifique con la empresa distribuidora la ubicación de los caños de gas.
Fugas de monóxido de carbono, la otra amenaza
Los usuarios de gas también deberían estar muy atentos para prevenir otro problema grave: las fugas de monóxido de carbono, un gas venenoso que -a diferencia del gas natural- no tiene olor.
Es imperceptible y no genera explosiones ni incendios, pero puede causar intoxicaciones muy severas o incluso la muerte. Por eso se lo conoce como el «asesino invisible«.
El monóxido de carbono invade el hogar por sorpresa cuando artefactos como estufas, calefones o cocinas empiezan a tener una combustión deficiente (incompleta), eso no se repara a tiempo y encima la vivienda no le ofrece a ese veneno ninguna vía de escape hacia el exterior.
Cuáles son los síntomas de alerta, cómo actuar si aparecen y los principales consejos de prevención se pueden leer en esta nota.
Por: Martín Grosz
Fuente: Clarín