El cáncer y las enfermedades cardíacas y respiratorias causan más de dos tercios de las muertes en Sudamérica

El último informe del estudio científico internacional PURE, que en la región incluye a Argentina, Brasil, Chile y Colombia, reveló la incidencia de esas enfermedades y los factores de riesgo prevalente para las afecciones cardíacas. Los detalles a los que accedió en exclusiva Infobae

El estudio internacional PURE (Prospectiva de epidemiología rural y urbana, por sus siglas en inglés) uno de los trabajos científico-poblacionales más relevantes sobre la incidencia de enfermedades cardiovasculares, concluyó para su capítulo de Sudamérica que más de dos tercios de las muertes se producen por enfermedades cardíacas, cáncer y enfermedades respiratorias. Los países de la región analizados durante más de 10 años fueron Argentina, Brasil, Chile y Colombia.

“Las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las enfermedades respiratorias representan más de dos tercios de las muertes en América del Sur”, subrayó el estudio al que tuvo acceso Infobae, al exponer sus principales conclusiones en los cuatro países mencionados. En el caso de los hombres “tienen tasas de ECV (enfermedades cardiovasculares) y mortalidad consistentemente más altas que las mujeres”.

Además, concluyó, “una gran proporción de ECV y muertes prematuras podría evitarse mediante el control de los factores de riesgo metabólicos y el consumo de tabaco, que son los principales factores de riesgo comunes” para la región.

El estudio PURE, dirigido por el doctor Salim Yusuf, del Population Health Research Institute (PHRI), de Canadá, es un análisis de seguimiento que evalúa el efecto de los factores macro y microeconómicos en el estilo de vida y los factores de riesgo dietéticos para la enfermedad cardiovascular. Fue presentado por primera vez en el Congreso Europeo de Cardiología en 2011 y publicado en The Lancet. En el estudio participaron un total de 153.996 voluntarios adultos procedentes de comunidades urbanas y rurales de países categorizados como de altos ingresos (Canadá, Suecia y Emiratos Árabes Unidos), ingresos medio-altos (Argentina, Brasil, Chile, Malasia, Polonia, Sudáfrica y Turquía), ingresos medio-bajos (China, Colombia e Irán) e ingresos bajos (Bangladés, India, Pakistán, and Zimbabue).

En el caso de Sudamérica, a cuyas conclusiones tuvo acceso Infobae, los científicos precisaron que se incluyeron “24.718 participantes de 51 comunidades urbanas y 49 rurales de Argentina, Brasil, Chile y Colombia” reclutados entre 2006 y 2009, a quienes se les hizo un “seguimiento medio fue de 10,3 años”. En ese a transcurso fueron analizados las “razones de riesgo y fracciones atribuibles a la población (PAF) para ECV y para muerte”. La edad promedio fue 51,4 años, con 61,4% de mujeres, 57% de población urbana, 59% con educación primaria o inferior.

En ese conjunto se incluyeron “12 factores de riesgo modificables comunes, agrupados como metabólicos (hipertensión, diabetes, abdominal obesidad y colesterol no HDL alto), conductuales (tabaco, alcohol, calidad de la dieta y actividad física) y otros (educación, contaminación del aire en el hogar, fuerza y depresión)”.

Los resultados indicaron que “las principales causas de muerte fueron ECV (31,1%), cáncer (30,6%) y enfermedades respiratorias (8,6%). La enfermedad cardiovascular fue la causa más común de muerte en los hombres, mientras que el cáncer fue la causa más común de muerte en las mujeres”.

“La incidencia de ECV solo varió modestamente entre países, con la mayor incidencia en Brasil (3,86) y la menor en Argentina (3,07). Hubo una mayor variación en tasas de mortalidad entre países, con la más alta en Argentina (5,98) y la más baja en Chile (4.07)”, dijeron.

En cuanto a la prevalencia de estas enfermedades entre géneros, los autores detectaron que “los hombres tenían una mayor incidencia de ECV (4,48 frente a 2,60 por 1000 años-persona) y una mayor tasa de mortalidad (6,33 frente a 3,96 por 1000 años-persona) en comparación con las mujeres”.

En cuanto a los factores de riesgo modificables, los analistas hallaron hipertensión (18,7 %), obesidad abdominal (15,4 %), tabaquismo (13,5 %), baja fuerza (5,6 %) y diabetes (5,3 %). Al analizar los casos de muerte, por riesgos atribuibles a la población (PAF) detectaron que “fueron por tabaquismo (14,4%), hipertensión (12,0%), baja escolaridad (10,5%)” obesidad abdominal (9,7%) y diabetes (5,5%).

El estudio realizado en los cuatro países de sudamericanos incluyó especialistas de Estudios Clínicos Latino América, Rosario, Argentina; la Universidad de Santander (UDES), el Centro para la Prevención de las Enfermedades Cardiometabólicas (CIPCA), FOSCAL Internacional, de Bucaramanga, Colombia, la Population Health Research Institute, McMaster University and Hamilton Health Sciences, de Canadá; la Universidad de La Frontera de Temuco, Chile; el Hospital Alemao Oswaldo Cruz, San Pablo, Brasil.

El doctor Fernando Botto (MN 79.189), cardiólogo del área de investigación Instituto Cardiovascular Buenos Aires (ICBA) destacó a Infobae cuatro ítems que consideró los más relevantes del estudio. “En primer lugar, es interesante la incidencia de enfermedad cardiovascular (ECV) dada por IAM (infarto agudo de miocardio), ACV (accidente cerebrovascular) e ICC (insuficiencia cardíaca crónica) cada 1000 personas/año, que si bien es menor en Argentina que en el resto (de los países analizados), resulta similar entre los 4 países. Por ello, podríamos extrapolar los resultados a otros países no participantes, al menos si son considerados de ‘medianos ingresos’ por el World Bank, dado que así fueron clasificados los 4 países participantes”.

“En segundo lugar, se observó que la mortalidad estandardizada por sexo y edad, está entre 4 y 6 por 1000 personas/año, siendo la más elevada en Argentina y la más baja en Chile. El artículo se refiere a muerte total (cardiovascular y no cardiovascular), por lo cual, no debiéramos asumir que la mortalidad cardiovascular es la más alta en Argentina”, aclaró. Además, dijo no estar sorprendido porque esa incidencia sea mayor en hombres que en mujeres, “pero que la mortalidad sea mayor en áreas rurales que urbanas, frente a una incidencia de ECV más baja, indica que la estructura y funcionamiento del sistema de salud puede ser inadecuada, posiblemente con fracaso del diagnóstico adecuado y precoz, y falta de acceso al sistema cuando surgen complicaciones”.

“En tercer lugar, sorprende que la incidencia de muerte por cáncer fue ‘casi’ igual que por ECV, con predominio de ésta en hombres y de cáncer en la mujeres. Esto es novedoso, y se asemeja a los países de ‘altos ingresos’, donde la cantidad de muertes por cáncer ya supera a las cardiovasculares”, agregó. Como “una publicación previa de PURE señala que en Argentina y Chile ya ocurre lo antes descripto”, destacó, “esto señala una transición epidemiológica con reducción de la muerte CV, aunque sin mejoría proporcional en el cáncer”.

Y finalmente, indicó que “en relación a los FR (factores de riesgo) modificables, la prevalencia observada en PURE Argentina es semejante a encuestas oficiales de aquellos años. PURE mostró que Argentina tiene la prevalencia más alta de consumo de alcohol y tabaquismo, así como una mayor tasa de ‘educación escasa’”.

El doctor Botto remarcó que es “enorme el aporte que sigue generando el estudio PURE a la epidemiología mundial de la enfermedad cardiovascular, los factores de riesgo y otras enfermedades prevalentes”. Estimó también que por la metodología empleada y el tamaño de la muestra, “PURE Sudamérica brinda evidencias regionales robustas. Si bien no debiera extrapolarse a países no participantes, podríamos asumir cierta ‘regionalidad’ de la información para el Cono Sur”.

“No es evidencia surgida de un hospital, de una ciudad o de un país, que puede adolecer de sesgos de selección y características peculiares de cada sistema sanitario. En Colombia participaron comunidades geográficamente dispersas, mientras que en Brasil, Chile y Argentina fueron localidades en áreas geográficas más estrechas. En Argentina, participaron diferentes barrios urbanos de la ciudad de Rosario, y localidades rurales de la provincia de Santa Fe. Podríamos señalar cierta limitación al no ser una muestra muy representativa de nuestro país. Por supuesto, que el diseño del estudio respondió a las mejores condiciones de factibilidad que permitieron su realización”, concluyó.

Fuente: Infobae

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