Según las estadísticas se cobra la vida de más de 7.500 personas al año. Los expertos afirman que, detectado a tiempo, tiene más del 90 por ciento de posibilidades de cura. Por qué todos los mayores de 50 años deberían hacer los estudios de prevención
El cáncer de colon se desarrolla en el intestino grueso, compuesto por el colon y el recto, por eso se lo conoce también como cáncer colorrectal (CCR). En la Argentina, es la segunda causa de muerte por tumores malignos en ambos sexos luego del cáncer de pulmón. Provoca más de 7.500 muertes anuales y la mayoría puede prevenirse.
Este cáncer volvió a estar en boca de todos este sábado al conocerse la muerte de Murió Silvana Suárez, ex Miss Mundo de Argentina. A la mujer, que tenía 64 años y vivía en la localidad serrana de Nono, en Córdoba, le habían diagnosticado la mencionada enfermedad.
Las cifras siguen: son más de 15 mil casos los diagnosticados al año, según las últimas estadísticas oficiales. El cáncer colorrectal (CCR) puede afectar tanto a mujeres como a hombres. Pero, según los expertos, si es detectado a tiempo, las chances de cura son altas, superiores al 90 %. Sin embargo, aseguran que el índice de consultas para control es bajo: casi el 70% de los argentinos no cumple con los controles necesarios.
“Actualmente sabemos que hay un porcentaje importante de personas que no sigue los controles para la detección precoz del cáncer de colon”, advirtió Juan Manuel O’Connor, oncólogo clínico y jefe del área de Tumores Gastrointestinales del Instituto Alexander Fleming, en el marco del Día Mundial Contra el Cáncer de Colon.
En la mayoría de los casos, primero se genera un pólipo en el colon o el recto que puede crecer durante una década antes de transformarse en un tumor. Durante ese periodo las probabilidades de detectarlo son altas, teniendo la oportunidad de tratarlo a tiempo y curarlo. El primer paso, destacan los expertos, es saber cómo y cuándo actuar.
Según una serie de datos de la 4° Encuesta nacional sobre factores de riesgo realizada en el año 2019 (ENFR, realizada por el Ministerio de Salud e Indec), para el rastreo de cáncer de colón encontraron que el 31,6 % de las personas de entre 50 y 75 años afirmó haberse realizado alguna vez una prueba, un aumento estadísticamente significativo con respecto a la edición anterior de la ENFR que fue del 24,5 %. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y en Tierra del Fuego se registró un valor mayor respecto de la media nacional, el 51,3 % en CABA y 58 % en Tierra del Fuego. Este indicador resultó mayor entre aquellos con secundario completo y más, un 38,1%, y entre las personas con prepaga u obra social, en un 35,2 %”, detalló O’Connor. También fue más elevado en hogares de mayores ingresos y no se encontraron diferencias significativas por género.
Por otro lado, con respecto a la baja asistencia a los chequeos de rutina, el cirujano Alejandro Pairola, miembro del staff de Cirugía Abdominal del Instituto Alexander Fleming, explicó que este índice negativo responde principalmente a la falta de difusión y de información de los métodos de diagnósticos. Sumado a esto, los temores que representan para los pacientes ante la posibilidad de padecer un cáncer de colon y todo aquello que implica la realización de los estudios para confirmarlo.
Además, el especialista destacó la dificultad de implementar la colonoscopía como método de diagnóstico de igual forma y cantidad en los distintos estamentos del sistema sanitario de la Argentina. “No se realiza en el mismo número entre el sector público y el privado. Es francamente menor en el primero debido a las distintas barreras que se presentan”, detalló.
El paso de la pandemia y los chequeos postergados
La pandemia obligó a la mayoría de las personas a postergar los chequeos médicos en todas las patologías, y el cáncer de colon no fue la excepción. La tasa de adhesión ya era baja antes de la pandemia, y con la pandemia “esto se vio aún más dificultado por las restricciones de circulación, la adecuación de los servicios médicos, con la que este tipo de estudios perdió prioridad, y la demora que hubo en poner nuevamente en funcionamiento los mismos”, explicó Federico Esteso, médico y subjefe de Tumores Digestivos del IAF.
El aislamiento producto de la pandemia, también modificó otros hábitos y otras rutinas que tendrán su consecuencia en el corto y largo plazo. Según expresó el Pairola, “tanto el sedentarismo como los nuevos hábitos alimentarios que se produjeron por la pandemia traerán aparejados efectos adversos en la salud de la población a corto plazo. Pero no está claro que el hecho de haber modificado estos dos años dichas costumbres signifique que veremos mayor incidencia del CCR en el mediano plazo; es muy posible que si regresamos a hábitos más saludables podamos revertirlo”.
A partir de los 50 años se recomienda tanto en mujeres como en hombres, sumar a los controles de rutina el test de sangre oculta en materia fecal y/o la colonoscopia. El objetivo es detectar antes y actuar a tiempo. Estos controles incluyen a las personas sanas que no tienen ningún síntoma. De esta forma, resaltó O’Connor, se puede “lograr un mayor impacto en disminuir la mortalidad” por este tipo de tumores.
Sin embargo, hay algunas señales que pueden indicar la necesidad de anticipar la consulta. “Ante la presencia de sangrado por vía anal o la presencia de materia fecal de color más oscuro de lo habitual, casi negro, y el cambio de ritmo evacuatorio habitual, ya sea diarrea o constipación, se debe consultar inmediatamente. También se debe estar atento a síntomas como el “dolor abdominal tipo cólico o la intolerancia alimentaria con náuseas y vómitos, la pérdida de peso y la anemia en los laboratorios de rutina sin causa o enfermedad previa”, detalló Pairola.
“Si hay antecedentes oncológicos de cáncer en la familia, fundamentalmente de cáncer colorrectal, se debe consultar al médico de cabecera si conviene comenzar a edad más temprana con los controles de salud”, alertó Esteso.
En diálogo exclusivo con Infobae, en una nota reciente el reconocido doctor Luis Caro, gastroenterólogo referente en la región y director de la carrera de Endoscopía Digestiva de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y presidente de la Fundación Gedyt (Gastroenterología Diagnóstica y Terapéutica) remarcó la importancia de los controles médicos preventivos.
A diferencia de otros tipos de cáncer más agresivos y de progresión rápida, el cáncer de colon tiene una evolución lenta, las primeras lesiones precursoras no malignas pueden aparecer hasta 10 o 15 años antes de la formación del cáncer. Una ventana de tiempo que, la gracias a la medicina preventiva, permite salvar miles de vidas.
“Este tipo de cáncer es asintomático en su primera fase, por lo que es primordial la consulta al médico y los estudios de chequeo. Además es altamente prevenible ya que lo anteceden lesiones precursoras que, detectadas y tratadas a tiempo, no llegan a convertirse en tumores”, explicó el doctor Caro.
El doctor Caro, quien es presidente para Latinoamérica de screening de cáncer de colon en la Asociación Mundial de Endoscopía (WEO), señaló a Infobae las cifras contundentes: “Al retrasar el diagnóstico y la cirugía, el riesgo de muerte por cáncer de colon aumenta un 6% cada 4 semanas. Retrasos similares en la quimioterapia adyuvante para el cáncer colorrectal elevan el riesgo de mortalidad en un 13%”.
En Argentina hay un programa nacional de prevención y detección temprana del CCR que depende del Instituto Nacional del Cáncer y fue creado por ley del Ministerio de Salud en 2013. “El punto más importante es su implementación -detalló O’Connor- es decir, conseguir y trabajar en el acceso y realización de dichos estudios. En el tema de detección precoz no sería un problema de tecnología sino de implementación de este programa”. Entonces, la clave para el tratamiento temprano del cáncer de colon es la detección precoz, y como primer paso, las campañas de concientización y prevención son una herramienta fundamental para la lucha contra esta enfermedad.
Según el especialista, en los tratamientos hubo avances importantes tanto en los estudios de diagnóstico como en el desarrollo de nuevos fármacos para el control de la enfermedad, como es el caso de las terapias con blancos específicos que se suman a la quimioterapia. Además destacó la importancia del trabajo con diferentes especialistas, de manera multidisciplinaria, “esto ofrece las mejores alternativas para los pacientes una vez diagnosticada la enfermedad”, afirmó.
Por su parte, el doctor Pairola, hace hincapié en la realización “en tiempo y forma” de las distintas técnicas para la detección de lesiones preneoplásicas y de cáncer de colon en estadios tempranos para lograr un mejor tratamiento. A su vez, destaca la simplificación de las videocolonoscopias, con tecnologías más sofisticadas que utilizan elementos complementarios para la visualización con mayor iluminación, y el uso de equipos más flexibles con canales de trabajo por dentro de los mismos. Esto permite “realizar la resección de lesiones preneoplásicas cada vez de mayor tamaño con la consecuente disminución de cáncer, aún en estadio temprano; y por tanto, la disminución también de la necesidad de cirugía”.
“Los estudios por imágenes nos muestran con mayor exactitud el estadio del cáncer de colon. Estos exámenes complementarios incluyen la tomografía, la resonancia magnética y en situaciones especiales el PET”, puntualizó Pairola, y destacó el impacto positivo que tienen en la decisión de la secuencia y el esquema de tratamiento.
En cuanto a las intervenciones quirúrgicas, el experto resaltó los avances en la realización de la cirugía laparoscópica, que permite una recuperación más rápida y por consiguiente la reincorporación de los pacientes a sus actividades habituales. “Hemos visto la mejoría en los distintos tratamientos de quimioterapia con la utilización de diferentes drogas y esquemas de administración que año a año van mejorando la calidad de vida y los resultados a largo plazo. Asimismo nos permiten la realización de cirugías antes menos probables de realizar en etapas avanzadas de la enfermedad”, destacó.
El cáncer colorrectal tiene la posibilidad de “detectar y tratar hasta lesiones precancerosas, antes de que se malignicen, lo que constituye en sí una forma de prevención de la enfermedad”, explicó Esteso. A partir del desarrollo de un tumor, mientras más precoz sea, mayores serán las chances curativas y menor el tratamiento. “Lo habitual es que un diagnóstico en estadios tempranos tenga chances curativas superiores a 90% sólo con cirugía -detalló Esteso- otros pacientes pueden requerir de uso de quimioterapia, radioterapia u agentes biológicos, con su secuenciación o combinación”.
Por otro lado, Pairola coincide y afirma que la situación es “muy prometedora” cuando se logra la identificación de lesiones preneoplásicas con los estudios complementarios. “Ese es el mejor escenario ya que permite que el paciente sólo tenga que realizar controles exhaustivos sin la necesidad de tratamientos ulteriores”.
Con respecto a los tumores que se detectan en una etapa temprana y que requieren solo de una cirugía para su extirpación, es especialista expresó que “tienen excelente pronóstico a largo plazo siempre y cuando no descuide sus controles prescritos por el médico oncólogo que conoce puntualmente las recomendaciones de seguimiento indicadas por las distintas sociedades científicas”.
“Tenemos que hablar más del cáncer para lograr mejores resultados. La manera de disminuir la cantidad de muertos por cáncer colorrectal en la Argentina es adoptar hábitos de vida saludables, seguir las recomendaciones de rastreo en población asintomática, atender a los síntomas para diagnósticos más precoces y acceder a tratamientos con equipos médicos capacitados e interdisciplinarios”, concluyó Esteso.
Algunas recomendaciones para disminuir la posibilidad de desarrollar cáncer de colon
-Consumir una dieta rica en fibras, poniendo especial atención en la ingestión de frutas y vegetales en cualquier forma, naturales o cocinados
-Disminución del consumo de carnes rojas y de grasa de origen animal; elegir carnes blancas o magras y pescado. Evitar el consumo de alimentos precocinados, embutidos o ahumados
-Reducir el consumo de bebidas alcohólicas y evitar el tabaco
-Realizar actividad física de manera regular y evitar el sobrepeso
-Aumentar la ingesta de suplementos de calcio, vitamina D y ácido fólico
-Comer con frecuencia y volúmenes más pequeños
Fuente: Infobae