Cada año, nacen aproximadamente 15 millones de niños con esta condición, la cual requiere de atención profesional constante mientras se encuentran internados. En la Semana de la Prematurez, qué ocurre cuando obtienen el alta médica y cómo transitar los primeros días, según los expertos
Para muchas familias, recibir el alta de un bebé prematuro es como cumplir un sueño largamente esperado. Tras semanas de cuidados en la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal (UCIN), el regreso a casa trae consigo una mezcla de felicidad y temor. Con una población de aproximadamente 15 millones de bebés nacidos prematuros cada año a nivel mundial, este año, en el marco de la Semana de la Prematurez, que tiene lugar entre el 11 y el 17 de noviembre, se pone el foco en esa transición tan especial y delicada, bajo el lema “Juntos en cada paso: del hospital al hogar”.
El día del alta es un momento soñado y a la vez desafiante: tras haber contado con el respaldo constante de médicos y enfermeros, los padres se enfrentan ahora nuevas experiencias dentro del hogar. Es por eso que, en esta oportunidad, esta fecha, impulsada en Argentina por UNICEF y el Ministerio de Salud de la Nación, busca acompañar a padres y madres en este proceso lleno de emociones y, en algunos casos, miedos.
Según la doctora Ana Pedraza (MN 42867), jefa de Neonatología de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina, “requiere de una preparación y seguimiento cercano para garantizar que el niño esté listo para dejar la internación y recibir los cuidados necesarios en la casa; y por otro lado que los padres estén capacitados para hacerlo. Todos los esfuerzos durante su internación deben tener una continuidad cuando se planea el egreso institucional”, lo que significa que el bebé debe cumplir con requisitos médicos clave, como mantener una respiración y temperatura estables y un aumento de peso adecuado. A la vez, se busca que los padres puedan brindarle a su hijo todo lo que necesita, para que “el regreso al hogar no los haga sentir desprotegidos”.
Pero este paso no se traduce en el final de los cuidados médicos. Al contrario, es el inicio de un seguimiento cercano y multidisciplinario. Es por eso que en esta etapa, los especialistas recomiendan reducir las visitas para ayudar a que la familia recupere su intimidad y el bebé pueda adaptarse con calma a su nuevo entorno. En palabras del doctor Jorge Lezcano (MP 110054), jefe de Neonatología del Sanatorio de los Arcos, en los primeros días tras el alta se “deben disminuir las visitas al hogar a lo mínimo posible, así tanto el bebé como sus padres podrán recuperar la intimidad perdida a causa de la necesidad de internación”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica a los bebés prematuros en tres categorías según su edad gestacional: moderados a tardíos, nacidos entre las 32 y 36 semanas de gestación; muy prematuros, nacidos entre las 28 y 32 semanas; y prematuros extremos, nacidos antes de las 28 semanas. Los programas de vigilancia incluyen a todos los bebés con un peso inferior a los 1.800 gramos, quienes requieren un seguimiento especial tras el alta neonatal para monitorear su crecimiento, desarrollo y salud.
El alta y los primeros días en casa: preparación y adaptación
Cuando un bebé prematuro sale de la clínica, es uno de los momentos más esperados y emotivos para las familias. Sin embargo, este paso trae consigo nuevas responsabilidades y, muchas veces, temores. Tras semanas, o incluso meses, rodeados del equipo médico, ahora deben adaptarse a estar sin el respaldo inmediato de los profesionales, un cambio que puede resultar abrumador. Es por eso que el proceso de alta se planifica cuidadosamente con el objetivo de garantizar que tanto el bebé como su familia estén preparados.
Se trata del comienzo de una etapa en la que los padres aplicarán por sí mismos todo lo aprendido en el hospital. Es por eso que Pedraza, en un comunicado de prensa, destacó la importancia de que los padres cuenten con el conocimiento y la confianza necesarios para enfrentar este momento: “Si bien durante toda la internación los padres comparten con el personal de enfermería los cuidados de su hijo y tienen acceso a la neo sin restricciones, sin horarios y todo el tiempo que deseen, la transferencia de responsabilidades llega al máximo hacia el final, siempre bajo la supervisión de los profesionales”.
Al tiempo que indicó que “el libre acceso de los padres y la participación en los cuidados facilita el vínculo con el bebé y les permite ser parte del proceso que está atravesando. Deben capacitarse para alimentar, higienizar y cuidar a su hijo, de forma tal que el regreso al hogar no los haga sentir desprotegidos”. Es decir que los cuidados en casa son una extensión de lo que el bebé ha recibido en la UCIN.
Es que, durante la internación, el equipo médico trabaja junto a los padres para ayudarlos a comprender las necesidades del bebé prematuro y los cuidados especiales que necesitará en el hogar. Este acompañamiento activo permite que ganen confianza mientras fortalecen su vínculo con el bebé. La licenciada Claudia Carissimo (MN 41102), psicóloga perinatal, indicó que este es un proceso de aprendizaje y adaptación emocional para la familia: “Es normal que se sientan ansiosos al dejar la familiaridad de la UCIN. Antes de marcharse, lo mejor es que hagan todas las preguntas que crean necesarias sobre el cuidado del bebé. Si bien estarán nerviosos, es importante que se sientan lo más cómodos posible ya que han recorrido un intenso camino junto a sus hijos y poseen más información de la que realmente creen. Es tiempo de poder ponerla en juego en esta fase de transición”.
Llegar al momento del alta, el bebé debe cumplir ciertos criterios médicos que aseguren que puede adaptarse a un entorno diferente y que su salud se mantendrá estable sin la vigilancia constante de los profesionales de la UCIN. Al mismo tiempo, la familia necesita estar bien capacitada para observar cualquier señal de alarma y llevar a cabo los cuidados esenciales. El equipo de salud supervisa todos estos aspectos, desde la evolución médica del bebé hasta la preparación de los padres, quienes participan activamente en los cuidados básicos.
Como explica la doctora Pedraza, “el libre acceso de los padres y la participación en los cuidados facilita el vínculo con el bebé y les permite ser parte del proceso que está atravesando. Deben capacitarse para alimentar, higienizar y cuidar a su hijo, de forma tal que el regreso al hogar no los haga sentir desprotegidos”. Es este motivo que los expertos destacan la importancia de que este proceso se haga de un modo consensuado y en conjunto, respetando cada paso en base a las siguientes pautas:
- Que los niños/niñas nacidos prematuramente estén médicamente estables y hayan logrado madurez en la termorregulación, estabilidad respiratoria y alimentación.
- Que tengan una ganancia sostenida de peso durante la última semana no menor a 15 gramos/día en promedio, con alimentación completa por vía oral y enteral (preferentemente con lactancia humana exclusiva).
- Que la familia esté entrenada en el cuidado integral del bebé, incluyendo la administración de medicamentos.
- Que hayan hecho el curso de Reanimación Cardio-Pulmonar (RCP), una herramienta vital para asistir a sus hijos en caso de emergencia, que además les brinda seguridad.
- Que conozcan indicaciones sobre sueño y seguridad en el hogar, vestimenta apropiada, manejo de la temperatura del ambiente, viajes seguros y asientos infantiles para autos.
- Que hayan recibido información sobre pautas de alarma en general y específicas según la condición de su hijo, al igual que las medidas de prevención.
- Que cuenten con un listado de los estudios y controles realizados durante la internación: pesquisas metabólicas, auditivas, oftalmológicas y cardiológicas, vacunaciones, medicamentos que recibe y forma de administrarlos, exámenes realizados como ecografías, laboratorio y resumen de la historia clínica. También tienen que saber si quedó alguna práctica pendiente para las semanas siguientes.
Finalmente es importante que antes del alta se planifiquen las próximas consultas que deberán realizar: consultorio de seguimiento, pediatra de cabecera y si lo requiere, consulta con especialistas. El primer control se hace a las 48/72 horas.
Con este acompañamiento activo y un conocimiento detallado, los padres reciben el alta con la confianza necesaria para cuidar a su hijo en casa, donde este nuevo comienzo se convierte en un paso hacia el crecimiento y la adaptación tanto para el bebé como para su familia.
Apoyo emocional y reducción de visitas
La llegada al hogar de un bebé prematuro marca el comienzo de una etapa especial, ya que los padres ahora enfrentan el desafío de cuidar a su bebé sin la asistencia de los profesionales que antes estaban a su lado. Esta transición implica aceptar que, aunque el bebé ya está listo para salir del hospital, la familia necesita su propio tiempo para adaptarse.
En esta fase inicial, los especialistas recomiendan reducir las visitas al hogar, con el objetivo de que la familia restablezca su vínculo y encuentre su propio ritmo sin las distracciones o demandas de un entorno concurrido. En ese sentido, Lezcano sugirió: “En los días posteriores al alta, deben disminuir las visitas al hogar a lo mínimo posible, así tanto el bebé como sus padres podrán recuperar la intimidad perdida a causa de la necesidad de internación”.
En palabras de los expertos, un ambiente tranquilo permite a los padres responder con más calma y seguridad a las necesidades de su hijo, familiarizándose con sus horarios, señales y comportamientos.
Esta etapa de conexión íntima y calma en el hogar no solo es valiosa para el bienestar del bebé, sino que además ayuda a los padres a ganar confianza en sus capacidades y a sentirse cómodos en su nuevo rol. En tanto, el equipo de salud está presente a la hora de escuchar las dudas o la necesidad de apoyo adicional durante este proceso, tomando el rol de una red de respaldo profesional cuando lo necesiten.
Importancia del seguimiento médico
El alta hospitalaria de un bebé prematuro es el primer paso hacia una serie de cuidados que serán cruciales en sus primeros años. Este seguimiento médico no solo evalúa su crecimiento físico, sino que permite monitorear su desarrollo en múltiples áreas para detectar cualquier posible complicación desde una etapa temprana. La atención post-alta es fundamental, ya que se pueden presentar necesidades diferentes que requieren el conocimiento especializado de un equipo multidisciplinario.
La doctora Nélida Aguilera (MP 60624), responsable del Consultorio de Seguimiento de Recién Nacidos de Alto Riesgo en la Clínica y Maternidad Suizo Argentina, detalla la importancia de este acompañamiento continuo: “Es sumamente importante que puedan acceder luego del alta neonatal a programas capacitados en el seguimiento integral del crecimiento, del desarrollo y monitoreo de la salud”, los cuales permiten llevar un control riguroso del peso y la talla, y realizar evaluaciones auditivas, visuales, neurológicas y cardiológicas. Acciones esenciales para garantizar que el bebé alcanza los hitos de desarrollo esperados y para intervenir rápidamente si se detecta alguna alteración.
El seguimiento médico incluye visitas regulares con el pediatra y, según las necesidades del bebé, la participación de otros especialistas que supervisan áreas como la alimentación, la postura, el desarrollo motriz, el lenguaje y la interacción social. Para los nacidos con peso extremadamente bajo, se suele recomendar mantener estos cuidados hasta el ingreso escolar, con el fin de asegurar que cualquier dificultad que pudiera surgir se detecte y aborde de inmediato. De esta manera, se evita que afecte su proceso de aprendizaje o su adaptación social en los primeros años.
Además de brindar atención médica, las consultas de seguimiento también brindan a las familias un espacio de orientación y apoyo emocional. Este acompañamiento, que destacaron los especialistas se realiza en varios centros de salud, como ocurre en la Maternidad Suizo Argentina y el Sanatorio de los Arcos, por citar dos ejemplos, que permite a los padres aclarar dudas, recibir pautas de estimulación adecuadas y aprender estrategias de crianza que les ayuden a atender las necesidades específicas de su bebé con seguridad y confianza.
“El rol del equipo de seguimiento es el de acompañar, contener, evaluar el desarrollo, orientar en pautas de crianza respetuosa y cuidar a ese niño y su familia”, concluyó Pedraza.
Semana de la Prematurez: la importancia de visualizar esta realidad
Cada año, la Semana de la Prematurez busca visibilizar los derechos y necesidades de los bebés prematuros y de sus familias, promoviendo su inclusión y protección en cada etapa del desarrollo. Este 2024, la campaña pone el foco en el regreso al hogar, resaltando la importancia de acompañar a las familias desde el hospital hasta la vida cotidiana.
Bajo el lema “Juntos en cada paso: del hospital al hogar”, la iniciativa enfatiza el valor de una preparación integral para el alta y un respaldo continuo para que las familias se sientan apoyadas y seguras. Estas jornadas, impulsadas en Argentina por UNICEF y el Ministerio de Salud de la Nación, buscan dar visibilidad a las barreras y desafíos que enfrentan los bebés prematuros y sus padres, entre las que se encuentran contar con programas y políticas de salud inclusivas y accesibles, que aborden de manera especializada las necesidades de esta población vulnerable.
Además, la Semana de la Prematurez también invita a toda la comunidad a informarse y sensibilizarse sobre las particularidades de la prematuridad, mediante actividades de concientización y difusión, impulsando una red de apoyo social que rodee a las familias y permita que se sientan acompañadas en este camino.
Fuente: Infobae