Cáncer: las pruebas que permiten identificar con más precisión qué tipo de tratamiento seguir

Los test genéticos, explican los expertos, detectan biomarcadores específicos que permiten seleccionar el camino que más beneficios le genere a la persona

Los tratamientos de alta precisión contra el cáncer, aseguran los especialistas consultados, permiten mejores perspectivas de éxito frente a la enfermedad. Y la genómica aplicada a la personalización de las terapias es uno de los campos que más se ha desarrollado en la búsqueda de mejorar la calidad de vida del paciente al evitar, en algunos casos, terapias agresivas como la quimioterapia. Los test genéticos, explican los expertos, detectan biomarcadores específicos que permiten seleccionar el camino que más beneficios le genere a la persona.

La optimización de los tratamientos representa una meta ideal en todo el sistema sanitario. Pero cobra especial relevancia en el abordaje del cáncer ya que las múltiples variantes de la enfermedad oncológica demandan conocer en detalle las particularidades de cada tumor para que la estrategia terapéutica sea más exitosa.

En el XXVI Congreso Argentino e Internacional de Oncología, que se realizó en La Rural, organizado por la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), se llevaron a cabo distintas charlas y simposios con actualizaciones sobre esta temática. Una de las técnicas más novedosas es la “biopsia líquida”, que se basa en la obtención de una muestra del ADN del tumor que circula en la sangre del paciente.

“Buscamos la singularidad de cada caso. En ese camino, la experiencia que tenemos con los testeos genéticos ha logrado que la medicina sea más personalizada. Esto significa que a cada paciente le indiquemos el tratamiento con mayor beneficio a largo plazo. Cuando sabemos cómo tratar al paciente y con qué medicación, el control de los efectos secundarios es mucho más personalizado. Eso nos permite no solo hablar de medicina personalizada, sino ya de calidad de vida personalizada. Es algo que estamos logrando, aunque aún nos queda mucho camino por recorrer”, explica Fernando Petracci, oncólogo del Departamento de Cáncer de Mamá del Instituto Alexander Fleming.

El experto disertó en el congreso sobre el uso de la biopsia líquida en cáncer de mama, el tumor más frecuente entre las mujeres, con 22.000 nuevos casos cada año solo en la Argentina, según las cifras oficiales. La biopsia líquida es una técnica que se basa en la obtención de una muestra del ADN del tumor que circula a través del torrente sanguíneo. La mayor evidencia científica y utilidad clínica de esta técnica se da en el cáncer de pulmón, ovario, colon y próstata.

“Actualmente contamos con cuatro herramientas en la Argentina. Cada una tiene utilidad para distintos tipos de tumores. La mayoría de los centros académicos tenemos mucha experiencia, todos los médicos oncólogos hemos pasado una curva de aprendizaje y el mayor desafío hoy está en definir para qué perfil de pacientes y en qué momento de la enfermedad pedir este tipo de testeos”, indica Petracci.

Esto se debe a que, aunque del 40 al 90% de las pruebas encuentran alguna mutación, solo en el 10% de los casos existe una terapéutica específica para tratarla o se puede evaluar la posibilidad de incluir al paciente en un ensayo clínico.

Los altos costos de estas pruebas son una importante barrera de acceso, principalmente porque deben ser enviadas al exterior, lo que encarece el procedimiento y demora el resultado, aunque ahora hay tests desarrollados y fabricados en la Argentina, como el GLIFE500 ctADN. Este tipo de pruebas analiza biomarcadores y variantes en más de 500 genes –523 para ADN y 55 para ARN– para determinar el perfil genómico de un tumor y orientar respecto de cuáles son las mejores opciones.

En cuanto al cáncer de mama, los test genómicos buscan pronosticar –en base a una serie de patrones del tumor y la clínica– qué posibilidades hay de que el tumor reaparezca a corto y mediano plazo, lo que resulta determinante a la hora de definir de qué manera encarar el tratamiento.

“La genética y los estudios genéticos en el cáncer de mama y en la oncología en general van a aportar gran información para individualizar tratamientos y evitar sobretratar a pacientes inútilmente. Por otro lado, también individualizar pacientes que sin tratamientos agresivos los estaríamos subtratando”, sostiene Gustavo Cortese, jefe de la sección de Patología Mamaria del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires.

En el marco del Congreso de la AAOC, se desarrolló una charla sobre la plataforma genómica para cáncer de mama Prosigna, que analiza 50 genes y permite clasificar el subtipo tumoral.

“El test está indicado para mujeres postmenopáusicas con tumores mamarios (de hasta 5 cm) y receptores hormonales positivos (Her2 negativos) en estadios tempranos con y sin afectación ganglionar (hasta 3 ganglios afectados). Se realiza tras la cirugía del cáncer de mama, a partir de una muestra del tejido tumoral extraída durante la intervención (ya sea cuadrantectomía o mastectomía). Esa muestra se analiza en el laboratorio y en siete días hábiles el profesional tiene disponible el informe para poder tomar una decisión terapéutica de una manera rápida y precisa”, explica Gabriela Norese, gerente médica del Laboratorio Argenetics, una de las empresas que produce y distribuye estos test en la Argentina.

Toda esta información que aportan los test genéticos impacta directamente en el día a día de las pacientes. “Por un lado, que sepan que se les está haciendo un tratamiento individualizado es muy importante porque lleva a que el paciente confíe más. Por otro lado, en la medida que uno evita tratamientos agresivos, como ser quimioterapia, disminuye los efectos adversos”, concluye Cortese.

Por: Alejandro Horvat

Fuente: La Nación

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