Cáncer de cabeza y cuello: preocupa la aparición más temprana vinculada al sexo oral

Aunque es más frecuente después de los 50 años, especialistas advierten por un aumento en la incidencia entre poblaciones más jóvenes, asociado principalmente a infecciones por VPH.

Cada año, en el Día del Cáncer de Cabeza y Cuello —que se conmemoró ayer—, los especialistas aprovechan para darle visibilidad a este conjunto de tumores de «bajo perfil», pero con alto impacto en la calidad de vida de quienes los sufren. Y ponen especial énfasis en que, si bien son más frecuentes después de los 50 años, se viene registrando un aumento en la incidencia en poblaciones más jóvenes, principalmente asociado a infecciones por VPH vinculadas a la práctica de sexo oral sin protección.

El cáncer de cabeza y cuello incluye a los tumores en cualquier sitio de la boca (en la lengua, encías, carrillos, paladar, en el piso, en los labios), en laringe, faringe, senos paranasales, cavidad nasal y las glándulas salivales. También a los de tiroides. Los cerebrales, en cambio, no forman parte de este grupo.

«Estos tumores pueden ser muy agresivos si no se diagnostican y tratan a tiempo. Presentan una alta tasa de recurrencia local y pueden comprometer funciones vitales como la deglución, el habla y la respiración. Sin embargo, cuando se detectan precozmente, las tasas de curación son elevadas y los tratamientos pueden ser menos invasivos», afirma Bárbara Berenstein, cirujana de Cabeza y Cuello del Instituto Alexander Fleming (IAF).

Cáncer de orofaringe, sexo oral y VPH

Por la falta de concientización acerca de los tumores de cabeza y cuello, suelen ser detectados en estadios avanzados, cuando las probabilidades de cura son más bajas, advierten desde el IAF y llaman la atención especialmente sobre el «fuerte aumento» en los situados en la orofaringe, que hoy representan el 15% del total, asociados a la infección por VPH.

«Cada vez sabemos más del cáncer de cabeza y cuello. Y justamente entre los avances más importantes figura el reconocimiento del VPH como el causal de los tumores de orofaringe, que son los que más han incrementado su frecuencia en el último tiempo, fundamentalmente en pacientes más jóvenes», afirma Agustín Falco, oncólogo clínico especialista en Tumores de Cabeza y Cuello/Tiroides del IAF. Algunos, incluso, se presentan en personas sin antecedentes de consumo de alcohol o tabaquismo.

La infección por el virus del papiloma humano (VPH) causa la mayoría de los casos de cáncer de cuello de útero. Pero su riesgo oncológico no se reduce a ese tumor. Provoca también cáncer de pene, vagina y ano.

Y estudios realizados en las últimas tres décadas muestran que la práctica de sexo oral sin protección (preservativo o campo de látex) es un factor de riesgo importante también para el cáncer orofaríngeo. Esos trabajos sugieren que entre el 70% y el 90% de los nuevos casos presentan evidencia de infección por VPH. (La orofaringe comienza justo donde termina la cavidad oral: es la parte de la garganta ubicada detrás de la boca.)

Un trabajo publicado en 2021 en la revista Cancer (de la Sociedad Estadounidense del Cáncer), del que participaron más de 500 personas -casi un tercio con infección por VPH y diagnóstico de cáncer de orofaringe-, concluyó que tener sexo oral a una edad más temprana y con más parejas en un período más corto de tiempo se asociaba con mayores probabilidades de desarrollar la enfermedad vinculada al virus de transmisión sexual.

Un estudio argentino

«El aumento de casos en pacientes jóvenes y la persistencia de diagnósticos tardíos subrayan la necesidad de reforzar la prevención y la detección temprana», sostiene Laura Werner, especialista en Estomatología del Departamento de Odontología y Cirugía Buco-Maxilo-Facial del Hospital Alemán.

Werner es coautora de un estudio multicéntrico realizado en nueve instituciones de todo el país, que describió las características y los factores de riesgo del carcinoma oral de células escamosas (es decir, en la boca) en menores de 45 años.

Se incluyeron 124 participantes, con una edad media de 36 años; un 60% eran varones. «Se pudo observar que el cáncer ulcerado ubicado en el borde de la lengua es la presentación clínica más frecuente en menores de 45 años, lo que subraya la importancia de la identificación temprana y la vigilancia de las heridas crónicas que no cicatrizan en jóvenes», sostuvo la médica.

Los factores de riesgo identificados en el trabajo publicado el mes pasado en la revista Oral Surgery, Oral Medicine, Oral Pathology, Oral Radiology incluyeron el consumo de tabaco, alcohol y cannabis. El estado de infección por VPH estaba disponible en poco más de un tercio (36%) de los casos analizados. De los casos con datos disponibles, 14 (13% del total) dieron positivo para VPH, mientras que 24 (19%) dieron negativo.

A pesar de estos hallazgos, los autores advierten que las limitaciones metodológicas y la heterogeneidad en las técnicas de diagnóstico dificultan una interpretación definitiva de la frecuencia del VPH en la población estudiada y sugieren que la infección podría interactuar con otros factores, como la irritación mecánica crónica, es decir, lesiones generadas por prótesis en mal estado, por piezas dentarias en mala posición, o que tengan bordes filosos y que lastiman o rozan durante mucho tiempo las mucosas de la boca. Ese trauma previo es es el que podría facilitar el acceso del virus a las células basales y propiciar la infección.

Otros estudios, mencionan los autores, han demostrado una asociación entre el VPH y el consumo de marihuana en adultos jóvenes, dadas las características inmunosupresoras de los tetrahidrocannabinoides.

Síntomas de alarma

Si bien los tumores de cabeza y cuello no se cuentan entre los de mayor prevalencia, la preocupación está centrada en que no solo se falla en la prevención, sino que también se llega tarde al diagnóstico porque se subestiman o pasan por alto las señales de alarma.

«Uno de los grandes desafíos de estos tumores es el diagnóstico temprano», dice Juan Manuel Fernández Vila, jefe del sector de cirugía de cabeza y cuello del Hospital Alemán.

«En muchas ocasiones -precisa-, los síntomas iniciales, como cambios en la voz, dificultad para tragar, llagas que no cicatrizan, sangrados o bultos persistentes, son subestimados o atribuidos a causas menores.»

«Los signos de alarma son muy variados, dependiendo de la localización de cada tumor, pero hay dos que son importantes: uno es la presencia de un bulto en el cuello, como un nódulo que se puede palpar y que no desaparece con el correr del tiempo», dice Falco. «Otro es la presencia de alguna lesión en la boca, como una úlcera que, pasadas algunas semanas, no cura bien.»

También hay que prestar atención ante cualquier dolor persistente en boca o garganta, una disfonía extendida (cambios en la voz que duran más de dos semanas), dificultad para tragar y un sangrado inexplicable por nariz o boca.

Prevención

«Un altísimo porcentaje de casos puede prevenirse evitando el tabaco, el alcohol y la contaminación, vacunándose contra el VPH, cuidando la salud bucodental y protegiéndose de la exposición prolongada al sol. Además, es recomendable concurrir con frecuencia al odontólogo y al dermatólogo», resumió Marcelo Figari, rector honorario de la Universidad Hospital Italiano y referente en cirugía de cabeza y cuello.

Las lesiones visibles -que suelen ser las de la cavidad oral y también las más frecuentes- son fácilmente reconocibles por los odontólogos, quienes, con solo revisar la boca, pueden detectarlas e indicar estudios para confirmar o descartar las sospechas.

En el país, la vacuna contra el VPH está incluida en el calendario nacional de vacunación y es gratuita y obligatoria para todos los chicos y chicas al cumplir 11 años.

Por: Florencia Cunzolo

Fuente: Clarín

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