Se estima que unos 7.000 niños nacen cada año en Argentina con algún defecto en el corazón. Los avances médicos permiten controlar esas enfermedades. Cómo se diagnostican y cuáles son los tratamientos más frecuentes
Las cardipatías congénitas (CC) son defectos en la estructura o funcionamiento del corazón o los vasos sanguíneos que se generan por un desarrollo anormal durante la vida fetal, habitualmente durante las primeras ocho semanas de gestación, y se presentan desde el nacimiento. De acuerdo con estadísticas oficiales, en Argentina son detectados cada año unos 7.000 nuevos casos. Esto significa 1 de cada 100 niños nacidos en el país.
En el marco del Día Mundial de las Cardiopatías Congénitas, que se conmemora el 14 de febrero, la doctora María Amalia Elizari (MN 82095), jefa de la sección Cardiopatías Congénitas del Adulto del ICBA Instituto Cardiovascular, explicó que“los grandes avances en el diagnóstico y tratamiento en las últimas décadas permiten que hoy más del 90% llegue a la adultez, generando una nueva población de pacientes que son los adultos con cardiopatía congénita”. Estas personas son “un grupo heterogéneo, que incluye en su mayoría a pacientes operados en la infancia, pero también a quienes no requieren intervención y a un grupo que no ha tenido oportunidad de realizarla, por falla en el diagnóstico o en el acceso al tratamiento”, señaló.
Según datos del Ministerio de Salud, el 50% de los chicos con CC es operado durante el primer año de vida. Si bien existen diferentes clasificaciones de este tipo de patologías cardiológicas, una de las divisiones más frecuentes se da entre las cianóticas, que son aquellas que producen coloración azulada de piel y mucosas producto de una relativa falta de oxígeno, y las no cianóticas, cuando la coloración tanto de la piel como de las mucosas es normal.
“Dentro de las más frecuentes encontramos a la Tetralogía de Fallot y la transposición de grandes vasos en el grupo de las cianóticas, y a la comunicación interauricular e interventricular en el grupo de la no cianóticas. Las cianóticas, en su mayoría, suelen tener más riesgo si no se resuelven precozmente”, detalló la doctora Elizari.
Una particularidad de estas patologías es que, a pesar de que se presentan desde el nacimiento, en el 30% de los casos recién son detectadas cuando el paciente es adulto. “Se trata habitualmente de cardiopatías ‘simples’ o menos complejas, que otras que se detectan en el período neonatal o durante la infancia y que requieren de intervención temprana. Si bien estos pacientes adultos se encuentran la mayoría asintomáticos, por ejemplo con comunicación interauricular o ductus arterioso, algunos deben intervenirse. Además la presencia de hipertensión arterial puede asociarse a una coartación de aorta o la presencia de arritmias, asociarse a CC más complejas”, advirtió la experta.
Cómo se detectan las cardiopatías congénitas
Los datos del Registro Nacional de Patologías Congénitas indican que, en promedio, cada día nacen 20 bebés con este tipo de enfermedades. El diagnóstico se hace a través de una adecuada articulación entre la evaluación clínica que se le realiza al recién nacido y los estudios de imágenes. Pero también existen posibilidades de detectarlas desde la etapa prenatal e intervenir precozmente a los neonatos que presentan cardiopatías congénitas complejas.
“En estos casos, el examen físico, el electrocardiograma y el Doppler cardíaco permiten hacer el diagnóstico. En pacientes adultos pueden necesitarse estudios de mayor complejidad de acuerdo a las características del caso, como por ejemplo, una resonancia cardíaca o estudio hemodinámico”, detalló Elizari.
¿Cuáles son los síntomas a tener en cuenta? La cardióloga puntualizó que depende de la edad, pero en general es importante estar atentos a las palpitaciones, la falta de aire o el cansancio ante situaciones que antes no lo producían, el dolor de pecho y la coloración azulada de la piel. Advirtió que, si el paciente ya sabe que es portador de una CC, debe iniciar o retomar cuanto antes los controles, más allá de que presente o no síntomas.
“El seguimiento de los pacientes se recomienda de por vida, bajo un grupo especializado de profesionales. Es necesario pesquisar cambios en la capacidad funcional o aparición de síntomas, la presencia de arritmias o la necesidad del tratamiento quirúrgico o por cateterismo, entre otros. De acuerdo al grado de complejidad, los controles son más frecuentes e incluyen estudios que permiten la prevención de complicaciones. El diagnóstico para un tratamiento oportuno es determinante en la evolución de este grupo”, dijo la especialista.
Las investigaciones realizadas hasta el momento no lograron determinar con precisión una causa clara de por qué se producen las cardiopatías congénitas durante la gestación. En algunos casos, podrían ser patologías que se transmiten de padres a hijos, es decir, que son hereditarias.
Una vez detectado el cuadro, el tratamiento es muy variable ya que depende del tipo de cardiopatía, la edad en el momento del diagnóstico y si se trata de una primera intervención terapéutica o si es una reintervención en pacientes que ya habían sido tratados. “Puede incluir realizar una cirugía cardíaca, tratamientos percutáneos que son los efectuados por cateterismo, tratamientos invasivos de arritmias y tratamiento farmacológico de acuerdo al tipo de cardiopatía y al paciente en evaluación”, explicó Elizari.
La experta, quien trabaja en el ICBA en conjunto con un grupo especializado de cardiólogos clínicos, especialistas en imágenes, electrofisiólogos, cirujanos y hemodinamistas, destacó la importancia del abordaje multidisciplinario para hacer un adecuado seguimiento del paciente. “Es un trabajo arduo pero que nos llena de satisfacción y con el cual estamos muy comprometidos. Siempre nuestro objetivo está dirigido a mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes”, concluye.
Fuente: Infobae