Por sus múltiples beneficios, es la mejor opción para la salud del bebé y su mamá. Consejos para una buena práctica y claves para sobrellevar los obstáculos más habituales
La lactancia materna es la mejor forma de alimentar a un bebé. La leche humana está perfectamente diseñada para satisfacer las necesidades nutricionales e inmunológicas protegiendo a los niños y niñas de enfermedades comunes, a corto y a largo plazo.
Asimismo, los beneficios van más allá de los chicos, ya que también se extienden a la madre y a la salud pública, disminuyendo el riesgo de mortalidad infantil. Como en muchas prácticas de salud, la pandemia de coronavirus también impactó en el amamantamiento al provocar un retroceso en la promoción y el apoyo de esta herramienta natural de vital importancia para generar un mundo más saludable.
Ahora, se plantea un nuevo desafío mientras la sociedad se reacomoda tras el duro impacto que produjo el COVID-19. “El aislamiento y las normas de distanciamiento físico redujeron las consultas presenciales, por lo que las familias tuvieron menos oportunidades de recibir asesoramiento especializado”, explicó la doctora Ana Pedraza (MN 42867), jefa de Neonatología de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina.
“El contacto social restringido de familiares y amigos también contribuyó al deterioro del apoyo a la lactancia. Ahora el mayor desafío consiste en retomar los estándares prepandemia, elaborando estrategias de promoción y protección”, afirmó la especialista.
Por eso, para disminuir el impacto del aislamiento, “SMG implementó un sistema de consultas virtuales de los servicios de neonatología y puericultura que tuvo muy buena aceptación y permitió resolver dificultades brindando apoyo y asesoramiento”, completó Pedraza.
La Semana de la Lactancia 2022, que empieza el próximo lunes 1 de agosto apunta a revalorizar y visibilizar esta práctica. El lema de este año se centra en la importancia de la educación: “Promover, proteger y difundir la lactancia en el marco del Plan 1000 días”. Para lograrlo, conocer los beneficios, saber cómo resolver las complicaciones más frecuentes y crear ámbitos que le faciliten a la madre el tiempo y los espacios para extraer leche o darle la teta a su bebé son fundamentales.
Por qué es tan importante dar la teta
La lactancia materna contribuye a disminuir la mortalidad infantil y brinda a los niños y niñas beneficios a corto y a largo plazo como protección contra infecciones respiratorias y gastrointestinales, reducción en el síndrome de muerte súbita del lactante, menor incidencia de otitis media aguda en los primeros dos años de edad, rinitis alérgica y desnutrición. A largo plazo, previene la aparición de sobrepeso y obesidad infantil.
“También se han reportado mejorías en el desarrollo neurológico asociando la lactancia con un mayor rendimiento en pruebas de inteligencia”, señaló la doctora Elba López Turconi (MN 66278), jefa del servicio de Neonatología del Sanatorio de los Arcos.
Asimismo la lactancia no sólo es beneficiosa para los niños, también trae ventajas de salud para las madres: “El inicio temprano del amamantamiento reduce el riesgo de hemorragia postparto y de padecer anemia y deficiencia de hierro. Disminuye el riesgo de padecer cáncer de mama y ovario. Además, ayuda a regresar al peso que tenían previo al embarazo ya que una persona que amamanta gasta alrededor de 500 calorías adicionales por día para la producción de leche”, remarcó López Turconi.
Es importante destacar que los resultados son mejores si la lactancia es exclusiva, por eso, “es aconsejable que los recién nacidos sean alimentados dándoles solamente el pecho durante los primeros seis meses de vida, y que luego se incorporen alimentos complementarios adecuados para su edad manteniendo la lactancia hasta los dos años o más”, agregó la especialista.
7 consejos para una buena lactancia
– Buscar información desde el embarazo
– Amamantar buscando una posición cómoda, con la espalda y los pies apoyados, en un ambiente tranquilo
– Identificar una buena prendida, observar que el bebé se acople adecuadamente y succione en forma efectiva
– No sentir dolor durante la mamada
– Saber identificar las señales de hambre del bebé
– Conocer cómo cuidar los pechos en la bajada de leche y cómo mantener la producción de leche
– Contar con un consultorio de lactancia, para asesorarse si surgen dificultades
Las dificultades más frecuentes
Si bien todos los profesionales de la salud recomiendan la lactancia y la mayoría de las madres y padres están al tanto de sus beneficios, muchas mujeres al momento de darle la teta a su bebé se encuentran con obstáculos que pueden desalentarlas.
La percepción de que la producción de leche es inadecuada y los dolores en los pezones y las mamas, están entre los contratiempos más habituales. Y, en muchos casos, provocan que se interrumpa en forma temprana el proceso. “La ingesta inadecuada de leche puede deberse a una combinación de factores. En muchos casos, el problema se puede resolver optimizando la frecuencia y la técnica de amamantamiento, con un estrecho seguimiento y apoyo a la lactancia”, indicó la licenciada María Teresa D’Osualdo,coordinadora de Puericultura del Sanatorio de Los Arcos.
En cuanto a los dolores en los pezones, la causa más frecuente es el mal acoplamiento entre la boca del bebé y el pecho. Estas dificultades en la prendida se dan, por lo general, dentro del primer mes. “El dolor interfiere con el mecanismo de eyección de la leche. Esto provoca que el niño no reciba suficiente leche al mamar, lo cual manifiesta con inquietud y llanto. La madre se angustia, inhibe aún más la eyección de la leche, y así se entra en un círculo vicioso que puede llevar al fracaso de la lactancia”, agrega.
Estas dificultades complican la lactancia y pueden llevar al abandono. Sin embargo, con un asesoramiento adecuado y un tratamiento preciso, la mayoría de estas dificultades se pueden superar y mantener la práctica con éxito durante más tiempo.
La mastitis es otra complicación que pueden sufrir las mujeres que amamantan. Se trata de un proceso inflamatorio del tejido mamario, que puede estar acompañado o no de infección. Suele ser de presentación aguda, aunque existen también otras formas crónicas menos frecuentes.
“En la lactancia, la mastitis es más frecuente durante los tres primeros meses. La retención de leche y el sobrecrecimiento de bacterias asociado a grietas del pezón, suelen predisponer a la infección”, explicó la doctora Sabrina Barchuk (MN126304), miembro de la Sociedad Argentina de Mastología. Los cuadros de mastitis se presentan con hinchazón, enrojecimiento y dolor mamario.
“El diagnóstico de las mastitis es clínico, por lo que muchas veces sólo es necesario el examen físico. En algunos casos, se requerirá una ecografía mamaria. El tratamiento primario consiste en el uso de antibióticos. En el caso de colecciones, se requerirá un drenaje con aguja guiado por ecografía y, en algunos casos, el drenaje quirúrgico. La lactancia no debe suspenderse. El drenaje mamario de la leche efectuado por la succión del bebé es el más adecuado y eficiente”, agregó Barchuk, quien también se desempeña en la sección Mastología del Hospital Fernández.
Cuatro claves para prevenir la mastitis en mujeres lactantes
– Mantener la lactancia a demanda con extracción de la leche si el drenaje es incompleto luego de cada toma
– Buscar la correcta prendida del lactante para evitar las grietas del pezón
– HIgienizarse correctamente las manos y los instrumentos utilizados para el vaciado de la mama, como extractores manuales o mecánicos
– Dormir y descansar las horas suficientes
La lactancia al regresar al trabajo
Tras el embarazo, el parto y los primeros meses compartiendo día a día el crecimiento del bebé, muchas mujeres retoman su vida laboral y deben buscar un equilibro entre sus obligaciones laborales y su vida familiar. En medio de tantos cambios, es necesario encontrar un espacio propicio para la lactancia.
“Familia y trabajo pueden y deben ir de la mano. Cuando una madre se reincorpora a su empleo porque concluye su licencia de maternidad, puede encontrar dificultades para continuar amamantando”, dijo la licenciada Marcela Sánchez,coordinadora de Puericultura de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina y agregó que “la vuelta al trabajo es una de las causas más frecuentes de abandono”.
La licencia remunerada de maternidad es una condición necesaria para que las mujeres puedan amamantar de manera óptima. Las posibilidades de trabajo online y el retorno flexible implican un avance. Sin embargo, no es suficiente. “Promover la creación de espacios amigos de la lactancia es fundamental para que dentro de los lugares de trabajo haya un espacio cómodo, higiénico y privado, donde las madres puedan extraerse y conservar la leche en forma segura, transportarla al hogar y disponer de ella para alimentar al bebé en su ausencia temporal”, agregó la especialista.
Una responsabilidad compartida
“Cuando los padres o parejas se involucran en el cuidado del bebé, su apoyo repercute de manera positiva en la lactancia, en la relación parental y en el desarrollo del niño. Además del sostén emocional, pueden brindar ayuda práctica creando un entorno propicio en el hogar para la lactancia. Compartiendo las tareas domésticas y cuidando de hermanos o hermanas mayores, le darán tiempo a la madre para enfocarse en la lactancia”, explicó la doctora Patricia Subotovsky (MN 70224), coordinadora del Servicio de Neonatología de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina
En el período de lactancia exclusiva, la pareja puede crear un vínculo con el bebé relacionándose activamente, teniéndolo en brazos, cambiándole los pañales y cuidándolo. Luego de los 6 meses, ambos padres pueden repartirse la tarea de darle de comer al bebé alimentos complementarios adecuados para su edad.
Acceder a información confiable desde el embarazo
“Por lo general las madres toman la decisión sobre cómo alimentar a su bebé durante el embarazo, por este motivo las consultas pre natales son importantes, para brindar información sobre la lactancia y sus beneficios, despejar dudas, temores y mitos sobre la misma”, aseguró López Turconi.
“Es importante que la decisión que tome la madre y cada familia se base en información brindada por el profesional que los atienda. Conociendo su historia, podremos ayudarla, despejar sus inquietudes y darle las herramientas para que pueda tomar la mejor decisión para ella y su bebé. La premisa es acompañarla siempre, valorando y respetando sus decisiones”, concluyó López Turconi.
Fuente: Infobae