Hay personas a las que los valores les dan bien en la consulta y sin embargo tienen presión alta, lo que eleva su riesgo.
De cada diez argentinos mayores de 30 años, entre tres y cuatro tienen hipertensión arterial (HTA). «El 40% de este grupo no lo sabe, y lo que es peor aún, la mitad de los que están tratados, no logran controlar su enfermedad», advierte el cardiólogo Mario Boskis.
La problemática que rodea las cuestiones vinculadas a la HTA es amplia, y sus efectos, catalogados como «estragos».
El daño que genera en las arterias- ateroesclerosis-, puede lesionar el cerebro, provocando por ejemplo accidentes cerebrovasculares, pero también los riñones, ya que suele ser la causa de insuficiencia renal, y el corazón: la HTA es la segunda causa de infarto de miocardio.
«Es un asesino silencioso«, resume el médico, que es miembro titular de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).
Y es que no solo preocupa que esta afección genere alrededor de 35 mil muertes por año en el país: también preocupa la falta de concientización respecto a la importancia de detectarla y tratarla a tiempo. «Sin duda la gente le tiene más temor al cáncer u otras enfermedades menos frecuentes, y no le presta la atención que debería», agrega.
Ahora, los expertos llaman la atención respecto a otra faceta de esta enfermedad de por sí preocupante: al 15% de los pacientes que consultan les dan bien los valores en el chequeo (en Argentina se considera hipertensión a partir de 140/90 mmHg, es decir 14/9), pero en la vida cotidiana sus valores suben, sin que nadie lo advierta.
La hipertensión oculta o enmascarada
Boskis explica que el diagnóstico de hipertensión, tradicionalmente, se confirma cuando a los pacientes se les toma en la consulta la presión arterial. Pero si se encuentra dentro de los valores normales, por lo general se descarta la enfermedad.
«Hoy en día, hemos aprendido que algunos pacientes presentan valores normales de presión en la visita médica, pero en su vida diaria, fuera del consultorio médico, los valores pueden estar por encima de lo considerado como normal», explica.
«No se sabe por qué ocurre este fenómeno pero puede encontrarse en más del 15% de los pacientes que consultan en un examen de rutina», destaca.
Cómo detectarla
Ahora bien, si la hipertensión se da de manera silenciosa y no es detectada efectivamente en la consulta ¿cómo es que se advierte su presencia?
«Se puede sospechar al momento de realizar un electrocardiograma y comprobar que el corazón presenta signos de estar agrandado de tamaño, sin causa aparente, lo que significa que puede haber sido afectado por presión elevada en forma crónica, aún a pesar que la toma de presión en el consultorio era normal», indica el profesional.
«También -continúa- se sabe de acuerdo a estudios realizados en grandes poblaciones que muchos pacientes diabéticos, con sobrepeso, tabaquistas y que abusan del alcohol, son más propensos a sufrir este fenómeno.»
En todos esos casos, suelen indicarles «que hagan un estricto control de la presión arterial domiciliaria, utilizando un aparato de registro confiable, varias veces en el día y que anoten los valores», precisa.
«Otras veces utilizamos un dispositivo que el paciente se lleva a su casa y mide la presión en forma automática durante las 24 horas. Este mapeo ambulatorio de la presión arterial o presurometria, registra cada 20 minutos la tensión arterial, en diversas situaciones de la vida diaria, tales como las jornadas de trabajo, la actividad recreativa o durante alguna discusión familiar», se explaya.
El médico indica que el diagnóstico se obtiene al verificar valores por encima de lo normal, «que muchas veces pueden ser muy elevados». De hecho, aduce que «estudios científicos han demostrado que padecer hipertensión oculta incrementa al doble el riesgo de padecer un evento cardiovascular como infarto o ACV si no se detecta y trata a tiempo».
Poco control y tratamientos que se abandonan
¿Por qué tiene una incidencia tan alta? Pablo Rodríguez, jefe de la Clínica de Hipertensión Arterial del ICBA Instituto Cardiovascular, es categórico: “El escaso control. De cada 4 hipertensos, sólo uno tiene su presión arterial en valores normales”.
El médico coincide en que entre un tercio y la mitad de quienes padecen la enfermedad, dependiendo la población estudiada, desconoce ser hipertenso.
“Por otra parte, la mayoría de los pacientes necesita tratamiento farmacológico y en el 70% de los casos con más de 2 drogas. Sin embargo, en nuestro país, más del 70% recibe una sola droga y en general a dosis menores a las recomendadas”, señala el profesional, en base a los resultados de los estudios RENATA 1 y2″ (REgistro NAcional de hiperTensión Arterial).
«Probablemente es un fenómeno multicausal, pero el costo económico de los medicamentos no es un factor menor, más aún cuando estos deben ser tomados de por vida, muchas veces impactan negativamente en el presupuesto y aunque la salud debería ser lo primordial, los pacientes dejan de tomar sus medicamentos», aduce Boskis.
Rodríguez coincide: la falta de adherencia a la medicación contribuye a que los controles no funcionen. “Al año de tratamiento, aproximadamente el 50% de los pacientes lo abandona o no lo toma de acuerdo a lo indicado”, agrega. «Otras veces -continúa Boskis-, al no dar síntomas, se difieren las consultas médicas y se pierde la oportunidad de hacer prevención.»
¿Se puede prevenir?
Boskis informa que en la mayoría de los casos se desconoce la causa por la cual los valores se elevan.
Sin embargo, sí se sabe la obesidad y el sobrepeso incrementan en casi un 75% las chances de presentar presión arterial alta. «Esto es importante saberlo ya que en nuestro país tenemos más del 60% de la población adulta con este problema», acota el profesional.
Otro de los factores de riesgo asociados es el alto consumo de alimentos que contienen sodio de manera excesiva. «En la Argentina se consumen 12 gramos diarios de sal, la mayoría provenientes de alimentos ultraprocesados, cuando lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) son 5″, recuerda.
En este sentido, apunta a cuestiones culturales que es necesario modificar: como ponerle sal a los platos antes de probarlos, y aprender a combinar sabores, sustituyendo al sodio por otros ingredientes o condimentos, tales como limón, pimienta, menta, pimentón o con una buena cocción de las verduras, ayudando a que liberen su aroma y sabor.
Por su parte, Marcos Marín, cardiólogo y presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) enumera y explica cuáles son los aspectos esenciales a la hora de tratarla y prevenirla.
“Ante todo, es importante el automonitoreo domiciliario, que representa la mejor herramienta para la detección de hipertensión (siempre con dispositivos automáticos, digitales y validados). En segundo lugar, la importancia de llevar una vida sana, con alimentación saludable y actividad física», destaca.
En este sentido, acota: «En la mayoría de los individuos hipertensos no alcanza con reducir la sal en las comidas, caminar un poco o dejar de fumar; eso está muy bien, pero son personas que para controlar sus niveles de presión generalmente van a necesitar de 1, 2 y hasta 3 medicamentos«, agrega.
Por último, subraya la importancia del seguimiento médico permanente de pacientes hipertensos, así como la necesidad de fomentar la medición de la presión arterial en consultas médicas en especialidades «no tan emparentadas con la cardiología».
Estrés y sedentarismo
«También es importante evitar el sedentarismo, ya que se asocia a mayor riesgo de desarrollar hipertensión y es otro de nuestros grandes problemas, ya que el 65% de la población no realiza actividad física en forma habitual», advierte Boskis.
Debemos también ser muy prudentes en el consumo de alcohol, ya que su abuso ha sido asociado a la aparición de esta patología. Y las causas se encadenan formando una suerte de círculo vicioso.
“Ante una situación estresante, el cuerpo produce una elevación de ciertas hormonas. Estas hormonas aumentan temporalmente la presión arterial, producen taquicardia y generan que los vasos sanguíneos se estrechen”, señala Miguel Schiavone, Jefe de Hipertensión Arterial del Servicio de Cardiología del Hospital Británico.
“Muchas personas buscan canalizar el estrés a través de hábitos nocivos como fumar, aumentar la ingesta de bebidas alcohólicas, aumentar la ingesta de grasas y comidas con sal», agrega.
Y continúa: «Este estrés, en muchos casos, se ve asociado a estados de ansiedad, depresión y aislamiento social, lo que en general lleva a una disminución de la actividad física y los momentos de recreación. Todo lo mencionado deriva, a largo plazo, en un aumento de la presión arterial de forma sostenida”.
Por último, desde el ICBA Instituto Cardiovascular recomiendan a los hijos de padres hipertensos que controlen con mayor frecuencia y desde edad más temprana su presión arterial. «Este antecedente familiar aumenta hasta un 40% las chances de ser hipertenso y hasta un 70% si ambos padres lo son».
Cuándo y cómo tomar la presión
Al menos una vez al año debemos chequear la presión arterial. «Debemos recordar que la presión alta puede ser asintomática, pero un dolor de cabeza, un sangrado nasal o un mareo pueden alertar y llevar a un diagnóstico precoz», indica Boskis.
Pero no siempre este chequeo se realiza de manera correcta. ¿Qué tener en cuenta a la hora de hacerlo?
«Mi consejo es siempre dejar pasar al menos cinco minutos de reposo antes de tomar la presión. No apurarse a tomarla si recién venimos de una caminata. Debemos estar sentados y ojo, no haber fumado o tomado café al menos 30 minutos previos a la toma», sugiere.
Y añade: «Se debe chequear que el manguito que cubre el brazo tenga la longitud adecuada, ya que uno demasiado corto o largo dará valores incorrectos. Tambien debe tomarse dos o tres veces la presión arterial, y promediar las tomas. Por último, anotarlas y ante la duda consultar siempre con un profesional», cierra.
Con motivo del Día Mundial de la Hipertensión, desde el ICBA invitan a la comunidad a controlar su salud cardiovascular en la plaza Manuel Belgrano (Juramento y Vuelta de Obligado, Belgrano). La actividad tendrá lugar el 17 de mayo de 11 a 16hs, se suspende por lluvia. Más información en las redes sociales @ICBAInstitutoCardiovascular o en https://www.youtube.com/watch?v=2-Rz4nEJmWQ
Por: Ludmila Moscato
Fuente: Clarín