Solo 1 de cada 4 argentinos hace estudios preventivos de cáncer de colon

Desconocimiento, temor a la videocolonoscopía y tabú son algunas de las razones por las que las personas mayores de 50 años no se realizan estudios para detección temprana, afirman especialistas a Infobae en el Día Mundial para concientizar sobre esta enfermedad

El cáncer de colon y recto es un problema de salud pública mundial. En Argentina, según las estimaciones de incidencia del Observatorio Global de Cáncer de la OMS, en el 2018 se diagnosticaron 15.692 casos de cáncer colorrectal en ambos sexos, cifra que representa el 13% del total de los tumores malignos.

Como todos los años, este 31 de marzo se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de Colon. Esta fecha no debería pasar desapercibida en nuestro país, ya que el cáncer colorrectal es el segundo cáncer en frecuencia y en cantidad de muertes anuales, después del cáncer de próstata en los hombres y el de mama en mujeres. Y respecto al índice de mortalidad se supo que en 2017 ocupó el segundo lugar en frecuencia, con el 12% del total de defunciones (7.499) por tumores malignos. Mientras que en la actualidad, se estima que mueren 21 personas por día por cáncer colorrectal en nuestro país.

El cáncer colorrectal (CCR) se desarrolla en el colon y el recto (intestino grueso). En más del 80% de los casos, se genera primero un pólipo (crecimiento anormal de las células) denominado adenoma, que puede crecer lentamente durante más de 10 años y transformarse en cáncer si no se detecta y extirpa a tiempo.

El Ministerio de Salud de la Nación estima una incidencia de 15.600 casos nuevos por año, tratándose de la primera causa de cáncer en el hombre -superando desde 2018 al cáncer de pulmón- y la segunda causa en mujeres, luego del cáncer de mama. Según datos del Instituto Nacional del Cáncer, se trata del segundo cáncer más frecuente y en tasa de mortalidad en el país: en datos de 2017, por ejemplo, el CCR se ubicó en el segundo lugar de frecuencia, con el 12% del total de defunciones (7.499). “Pese a las recomendaciones de los organismos internacionales y nacionales, en Argentina la realización de los estudios de prevención y detección temprana es poco frecuente. Según información del Ministerio de Salud, se estima que sólo el 25% de las personas entre 50 y 75 años realizan estudios de detección preventivos de CCR”, explicó el doctor Federico Esteso, oncólogo clínico del Instituto Alexander Fleming (IAF)

“En el país se cuentan con todas las técnicas necesarias para estudio y detección temprana de la enfermedad; es decir, utilización de estudio de sangre oculta en materia fecal y la videocolonoscopia (VCC). Sin embargo, existe una tasa de realización de estudios y controles de prevención para el CCR muy bajas, por debajo del 25 o 30% de las personas que debieran realizarla. El problema se relaciona con falta de información, cierto temor a la realización de estudios como la VCC, por riesgos inherentes al procedimiento. Lamentablemente, el efecto pandemia también ha generado demoras en las consultas y reducción de estudios de prevención comparado con períodos normales fuera de esta situación epidemiológica inédita”, agregó por su parte el doctor Juan Manuel O’Connor, jefe del área Tumores Gastrointestinales del IAF.

Síntomas que encienden alarmas.

“Los síntomas que deben llevar a consultar son la presencia de sangre en la materia fecal, distensión o dolor abdominal, cambios del hábito evacuatorio (diarrea o constipación) o pérdida de peso. Los 50 años son la edad indicada para comenzar con algún método de rastreo (videocolonoscopia o sangre oculta en materia fecal), siempre que no haya antecedentes personales o familiares predisponentes, en cuyo caso debería ser antes”, enumera Esteso.

“Si una persona tiene antecedentes familiares de cáncer de colon cercanos, debería realizar una consulta de asesoramiento genético, para definir a qué edad comenzar a estudiarse: a los 40 años, o diez años antes del caso familiar más joven, según cuál de los dos sea más temprano. En otros casos, hay estudios genéticos que determinan si es necesario comenzar en una edad más temprana: los 25 a 30 años en casos de síndrome de Lynch y 14 a 16 años en los casos de poliposis familiar”, agrega la doctora Luisina Bruno, especialista en asesoramiento genético en oncología del IAF.

¿Cómo se origina?

Es una enfermedad que comienza en las células que tapizan la capa interna del intestino grueso, llamada mucosa. “Normalmente, las células crecen y se dividen produciendo células nuevas que reemplazan a las que van muriendo. Pero a veces este proceso se descontrola, y estas células nuevas se siguen formando, a pesar que el cuerpo no las necesita y otras células viejas no mueren cuando deberían hacerlo. Como consecuencia, se forma una masa de tejido llamado tumor”, sostuvo a Infobae la doctora Sandra Lencinas (MN 90633), coordinadora de la Comisión de Endoscopía Flexible Asociación Argentina de Cirugía, y miembro del Servicio de Endoscopía del Hospital Alemán de Buenos Aires.

El cáncer es un tumor maligno donde las células son anormales, se dividen sin control, pueden invadir y destruir tejidos a su alrededor, entrar a los vasos sanguíneos o linfáticos y diseminarse a otros órganos. “En colon y recto en más del 80 % de los casos, se genera primero un pólipo benigno por este crecimiento anormal de las células, denominado adenoma, que crece lentamente y tarda aproximadamente 10 años para transformarse en cáncer. Es por eso que este tipo de cáncer es evitable y detectado a tiempo aumenta las chances de curación”, agregó la especialista.

El doctor Fernando Bugallo, secretario de la Sociedad Argentina de Coloproctología (MM N°94719) precisó a Infobae que “el cáncer colorrectal se produce principalmente en mayores de 50 años, con un pico de incidencia entre los 65 y los 75 años. Existen además ciertos factores, como la Enfermedad Inflamatoria Intestinal -Colitis Ulcerosa ó Enfermedad de Crohn-, y los antecedentes de la enfermedad en familiares, que llevan al riesgo a niveles medios y altos”. “El cáncer se origina en un pólipo benigno, que al cabo aproximadamente de 10 años se transforma en un cáncer. Lo mejor es hacer el diagnóstico en la etapa presintomática, ya que la etapa de curación es entre el 80 y 90%. La ventaja es que el tiempo está de nuestro lado”, comentó Bugallo.

¿Qué características tiene el CCR?

El cáncer colorrectal es el que afecta la última parte del intestino. Puede ser asintomático como ocurre en los estadios iniciales o puede tener síntomas como pérdida sanguínea -habitualmente adjudicada a otras patologías como hemorroides- demorando su diagnóstico, o trastornos del tránsito intestinal también adjudicados inicialmente a indigestiones, con las mismas demoras”, detalla el doctor Eduardo Huertas, Cirujano Jefe Sección Tumores Gastrointestinales del IAF, quien agrega que “en este tipo de cáncer la cirugía es siempre el primer paso en la estrategia de tratamiento con excepciones puntuales en casos avanzados que puedan requerir quimioterapia inicial. Esta cirugía consiste en extirpar el sector afectado del intestino y los ganglios cercanos. Es un procedimiento que con frecuencia es factible de realizar por laparoscopia lo que abrevia el postoperatorio. No deja secuelas funcionales y el paciente en poco tiempo puede reintegrarse a su vida habitual”.

“En los casos avanzados, el objetivo de los tratamientos es “disminuir su tamaño, facilitar la cirugía, mejorar las posibilidades de curación y en ocasiones evitar la cirugía posterior. Los tratamientos combinados requieren controles cercanos y en caso de requerir cirugía está se realiza entre los dos a tres meses de comenzado el tratamiento”, agrega el doctor Fernando Sánchez Loria, Sub Jefe Servicio de Oncología Quirúrgica del Fleming. “La radioterapia se utiliza en el tratamiento de determinados tumores de recto para disminuir las recaídas locales, facilitar la cirugía y en algunos casos, incluso evitarla. La discusión de cada caso clínico particular entre las distintas especialidades médicas permite combinar la radioterapia con la cirugía y la quimioterapia de la manera más adecuada para cada paciente”, agrega la doctora Mariana Galli del servicio de Radioterapia Oncológica del IAF.

Diagnóstico precoz para salvar vidas

“Esta enfermedad puede prevenir y curar si se detecta tempranamente. Está comprobado que los países desarrollados que implementaron programas de detección precoz lograron disminuir la incidencia y la mortalidad por cáncer colorrectal”, coincidió Lencinas. Según detalló la experta, se puede prevenir mediante la indicación de un test de sangre oculta en materia fecal y/o colonoscopia y si es detectado a tiempo se extirpa el pólipo antes de que se convierta en cáncer. Cuando un cáncer de colon o recto es diagnosticado mediante estos estudios, en una etapa temprana, se puede curar en más del 90% de los casos y con tratamientos menos invasivos.

-Test de sangre oculta en materia fecal inmunoquímico (TSOMFI). Se utiliza para saber si hay presencia de sangre en la materia fecal, generada por los pólipos o por el cáncer, que no es observada a simple vista.

-Colonoscopía. Es un estudio que se realiza introduciendo un tubo flexible con una cámara en el intestino a través del ano y permite examinarlo de manera minuciosa. En el mismo momento se pueden extirpar los pólipos, evitando que los mismos crezcan y se malignicen.

¿Quiénes pueden realizarse estos estudios?

-Todas las personas de 50 a 75 años aunque no tengan síntomas ni antecedentes personales ni en la familia. -Ante la presencia de síntomas: sangrado por ano, cambios en la forma y periodicidad habitual para evacuar, dolor abdominal, anemia o pérdida de peso. • Pacientes con Colitis Ulcerosa o Enfermedad de Crohn.

-Personas con familiares cercanos (padres, hermanos o hijos) que hayan tenido cáncer de colon o recto o pólipos adenomatosos.

-Pacientes que tuvieron pólipos adenomatosos o cáncer colorrectal.

Es importante remarcar que aquellas personas con antecedentes personales o familiares deben comenzar con los estudios preventivos a edades más tempranas. Recomendaciones de la Asociación Argentina de Cirugía para prevenir el cáncer de colon

1. Consumir una dieta rica en fibras 2. Disminuir el consumo de carnes rojas y grasas de origen animal 3. Ingerir productos ricos en calcio 4. Realizar actividad física de manera regular 5. Evitar el sobrepeso 6. Disminuir o evitar el consumo de alcohol 7. Evitar el consumo de tabaco

El cáncer colorrectal debe ser tratado por un equipo multidisciplinario, que incluya cirujanos especializados, endoscopistas, oncólogos, especialistas en diagnóstico por imágenes y especialistas en radioterapia.

El tratamiento puede ser realizado mediante endoscopía, cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapia biológica. Se puede abordar cómo tratamientos únicos o combinados, de acuerdo al estadio y localización de la enfermedad, y a la edad y estado general del paciente.

Fuente: Infobae

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