Quimioterapia preoperatoria, tecnología de precisión y tratamientos personalizados: los avances en cáncer de mama en 2021

Se trata de una patología cuyo abordaje cambió en los últimos años. Hoy los especialistas tratan a determinada mujer con la enfermedad, y no a todas por igual. Cuáles fueron los principales progresos en el último año

El cáncer de mama es una enfermedad que desarrollará una de cada cinco mujeres en todo el mundo y afecta a 19,3 millones de personas. Se trata de una patología que por primera vez este año superó en cantidad de casos al cáncer de pulmón, según las estadísticas publicadas por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) difundidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“En cuanto al cáncer de mama se refiere, otrora se trataba a la enfermedad; se trataba el cáncer de mama. Desde hace muchos años el objetivo cambió, para tratar a determinada mujer con cáncer de mama. Se comenzó a personalizar el tratamiento para cada paciente. No todas las pacientes son iguales. La ciencia avanzó y aquel objetivo fue superado. Podemos decir que hoy tratamos a cada mujer con determinado cáncer de mama ya que no todos los cánceres son iguales”. El médico mastólogo y presidente de la SAM, Juan Luis Uriburu (MN 72.558), evaluó para Infobae que, “así como la cirugía del cáncer de mama fue evolucionando y transformándose cada vez más conservadoramente, también los tratamientos adyuvantes (complementarios a la cirugía) fueron individualizándose para cada tumor”.

En la misma línea, la médica mastóloga y ginecóloga del Instituto Alexander Fleming (IAF) Luciana Sabatini (MN 153025) sostuvo que “en los últimos años los principales avances en cáncer de mama se caracterizaron por afianzar aún más la idea de que cada caso requiere de un tratamiento individualizado y en el efecto positivo que tiene el manejo multidisciplinario sobre el éxito en el tratamiento de los pacientes”.

Para el médico oncólogo Alexis Ostinelli (MN 152625), “cáncer de mama en oncología sigue siendo una patología en constante avance y con una dinámica interesante”. “Durante el año 2021 pudimos retomar el camino de la prevención primaria, acercando nuevamente a las pacientes a nuestros consultorios para que accedan a sus controles mamarios anuales -sostuvo el especialista del IAF-. Luego del 2020 donde las consecuencias de la pandemia y de la cuarentena estricta alejaron a las mujeres de sus controles habituales, durante este año se pudo recuperar gran parte de los mismos, aunque aún nos falta mucho para mejorar de los programas de screening y detección precoz del cáncer de mama”.

Terapias innovadoras

En lo que respecta a tratamientos se siguen estudiando importantes terapias que en un futuro cercano van a ir mejorando/cambiando el curso de la enfermedad, tanto en su etapa temprana como en estadios más avanzados. En este punto, Ostinelli señaló “el uso de inmunoterapia como así también de terapias dirigidas sigue siendo el gran camino a seguir en cáncer de mama”. “En Argentina tenemos también la suerte de encontrar grandes centros de referencias con protocolos de investigación que nos permite ofrecer a nuestras pacientes diferentes opciones terapéuticas más allá de las estándar y eso es bueno a la hora de encontrar futuras terapias y nuevos horizontes en el tratamiento de esta patología”, destacó, al tiempo que instó a “seguir apostando a mejorar el acceso a los estudios de detección temprana, a mejorar el acceso a los tratamientos tanto estándar como en investigación para toda la población, es un desafío también como médicos informar la sobre la importancia de retomar los controles mamarios”.

Tras asegurar que “desde hace mucho tiempo se identificaron aquellos tumores que son respondedores a los tratamientos hormonales o endocrinos, y esa identificación y esos tratamientos mejoraron el pronóstico de la enfermedad”, Uriburu resaltó: “Desde hace algunos años se han reconocido oncogenes, para los cuales luego se diseñaron anticuerpos monoclonales que son dirigidos como ‘terapia blanco’ para esos determinados tumores; que eran más agresivos por expresar el gen, pero que vieron mejorado su pronóstico al recibir y responder satisfactoriamente a estas terapias”.

Y agregó: “De años más cercanos es la identificación, para cierto tipo de tumores (no para todos), de genes que pueden calcular el riesgo de recaída de la enfermedad, como así también predecir si ese determinado tumor se beneficiará o no con un eventual tratamiento quimioterápico. Y entonces, poder indicarle la quimioterapia a aquellas pacientes que la necesiten y poder evitársela a quienes no les brinde beneficio”.

En el área quirúrgica hay una tendencia creciente hacia tratamientos menos invasivos y conservadores evitando, por ejemplo, realizar una mastectomía (es decir la resección completa de la glándula mamaria) en los casos en los que se logra una buena respuesta a la quimioterapia, o resecar todos los ganglios linfáticos axilares con sus consecuentes complicaciones y efectos indeseados.

Para Sabatini, “otra gran herramienta para el tratamiento es el mayor uso de quimioterapia neoadyuvante, es decir, realizar quimioterapia antes de someterse a la cirugía. Esto permite reducir el tamaño del tumor y evaluar la respuesta al tratamiento, entre otros beneficios. Es la estrategia de elección en tumores HER2+ y Triple Negativos, y su uso e indicaciones continúa extendiéndose a otros tipos tumorales”.

“La pandemia por COVID-19 instalada en 2020 ha dificultado en muchos casos el tratamiento de pacientes con cáncer de mama. Sin embargo, el uso de estas estrategias quirúrgicas más conservadoras, han permitido que aquellas pacientes que debían realizarse una cirugía puedan hacerlo sin requerir internación y permitiendo una pronta recuperación”, resaltó la profesional.

Avances en radioterapia

Carolina Chacón es especialista en Radioterapia Oncológica y jefa del Departamento de radioterapia del Instituto Alexander Fleming (MN 82741) y aseguró que “la radioterapia cumple un rol fundamental en el abordaje multidisciplinario del cáncer de mama. Toda paciente con cirugía conservadora de la mama, recibe luego tratamiento de radioterapia en el volumen mamario”.

“En la actualidad los esquemas han evolucionado para acortar los tiempos del mismo a lo que llamamos hipofraccionamiento, es decir, de las cinco a seis semanas de duración estándar de la radioterapia en la actualidad, la mayoría de las pacientes puede realizarla en tres a cuatro semanas”, aseguró, al tiempo que destacó que “algunas pacientes seleccionadas a quienes se les realiza mastectomía requerirán luego de tratamiento radiante en el lecho de la cirugía con o sin irradiación de los ganglios”.

Las tecnologías de precisión han permitido incorporar tratamientos que aseguran una adecuada dosis en el tejido blanco y una adecuada protección de los órganos a riesgo -señaló la especialista-. La incorporación de técnicas de intensidad modulada (IMRT) permite que en los casos de indicación de irradiación en ciertas áreas ganglionares por ejemplo, ésta pueda realizarse sin riesgos, y por otro lado la disponibilidad de técnicas guiadas por imágenes (IGRT) dan la posibilidad de visualizar en directo mientras se está realizando el tratamiento el área tratada y los órganos protegidos”.

Finalmente, Chacón mencionó que “la realización de técnicas de tratamiento de radioterapia parcial de mama (PBI) puede realizarse en casos muy seleccionados que deben evaluarse en el contexto multidisciplinario. Es fundamental la selección adecuada de pacientes y la disponibilidad de la tecnología requerida para cada caso”.

En definitiva, apuntó Uriburu, “es cierto que el rumbo de la medicina en cáncer de mama apunta a personalizar el tratamiento”. “Personalizar en cuanto al individuo, pero también y especialmente en cuanto a cada tumor; para así, poder aplicarle el mejor tratamiento que necesite; no darle aquel otro tratamiento que no sea necesario y, como resultado, mejorar, no sólo el pronóstico de la enfermedad, sino también, la calidad de vida de las pacientes”, concluyó.

Fuente: Infobae

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