Precios exorbitantes y escasez de drogas que se usan en terapia

«Tenemos fármacos para 15 días, pero esto va a durar mucho más», advirtió Roberto Villavicencio, integrante de la Unión Argentina de Salud.

En plena segunda ola de la pandemia de Covid, cuando las terapias intensivas están al borde de su capacidad, la Unión Argentina de Salud (una confederación de instituciones de medicina privada) alertó sobre la delicada situación que se vive ante los incrementos “exorbitantes” en el precio de drogas de uso diario y fundamental en pacientes con Covid que están intubados; y porque además de tener que enfrentar esos costos, el abastecimiento es cada vez más dificultoso.

El presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios Privados de Rosario y miembro de la Unión Argentina de Salud, Roberto Villavicencio, mencionó que si bien se firmó un acuerdo el pasado 22 de abril entre el Ministerio de Salud de la Nación, laboratorios y distribuidores de estos fármacos para establecer un precio máximo de referencia por un lapso de 6 meses, ese convenio “llega tarde” porque los incrementos fueron previos e “impresionantes”.

Las instituciones buscan no tener que recurrir a medicaciones alternativas que no son las ideales para la asistencia de los pacientes.

Al respecto, Villavicencio dio a conocer las subas que se dieron en el último año, en cada uno de esos medicamentos, “indispensables para pacientes en cuidados críticos”, los que suelen pasar entre 15 días a un mes en terapia, con altas demandas de estos fármacos durante cada jornada.

Así, detalló que el midazolam para sedación de pacientes, que previo a la pandemia tenía un costo de 38,70 pesos, aumentó 1.229%, fijándose luego del acuerdo en 514 pesos.

El atracurium besilato, un relajante muscular, tenía un costo de 138,58 pesos. Tuvo un aumento anual de 428%, llegando a los 732 pesos, luego del acuerdo.

El bromuro de pancuronio, que costaba $53,65 había aumentado su precio un 362%. Se fijó en 248 pesos.

El citrato de fentanilo, que tenía un costo prepandemia de 52,20, aumentó 642%. Su precio se fijó en 387 pesos.

Y las ampollas de propofol 200 mg x 20 ml, tenían un precio aproximado, según la marca, de $137; tuvieron un aumento de 524% y se fijaron con un precio de 859,10 pesos.

“Es importante aclarar que durante 2020, según la marca y el producto, se vieron aumentos de 1.371%, 945%, 938%,552% y 357%”, puntualizó el médico.

En alza

En ese listado, agregó el profesional, no está la heparina de bajo peso molecular, que también es de uso permanente en pacientes críticos (sirve para evitar la formación de coágulos) y trepó en su precio el 180%. “Increíblemente, un aumento de casi un 200% parece poco al lado de los otros incrementos, pero teniendo en cuenta que el financiamiento interanual del sistema subió solo un 20%, la distancia es enorme y muestra a las claras a qué nos enfrentamos en esta segunda etapa de la pandemia”.

La dexametasona, muy utilizada en terapia en pacientes con neumonía bilateral por Covid, también aumentó sus valores en el mercado.

Para las obras sociales, empresas de medicina prepaga, para las carteras sanitarias del Estado, para las instituciones que deben tener stock suficiente siempre, enfrentar estos costos “que arbitrariamente fijan los proveedores de los medicamentos, es un esfuerzo descomunal y una situación desequilibrada”, enfatizó Villavicencio.

Los pacientes que requieren estas drogas para ser sedados, para que no sufran dolores y puedan tolerar la asistencia mecánica respiratoria, “son muchos y seguramente se irán incrementando en la medida que la situación epidemiológica se torne más compleja”, por lo que “urge resolver esta situación, tanto la de los precios como la del abastecimiento”, remarcó.

FUENTE: LA CAPITAL

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