Melanoma: el diagnóstico precoz es clave ante la forma más peligrosa de cáncer de piel

Afecta a más hombres que mujeres y quienes tienen piel más clara cuentan con un mayor riesgo de desarrollarlo. Cómo se puede detectar mediante la regla del “ABCDE”, según los expertos

Con un tamaño aproximado de casi dos metros cuadrados, la piel es el órgano más grande y uno de los más visibles del cuerpo humano. Es por este motivo que, al encontrarse más expuesto, es necesario realizar un control de forma regular para detectar cuando se registra algún daño en las células que forman su capa externa, provocando un crecimiento celular anormal y descontrolado.

El resultado de este comportamiento anormal es el cáncer de piel, siendo que la enfermedad es menos frecuente, aunque más peligrosa es el melanoma. Según la Sociedad Americana del Cáncer, “la frecuencia del melanoma es más de 20 veces mayor en los blancos que en las personas de raza negra”, siendo que, generalmente, el riesgo de transitar esta patología durante “el transcurso de la vida es de aproximadamente 2.6% (1 en 38) para las personas de raza blanca, 0.1% (1 en 1,000) para las personas de raza negra y 0.6% (1 en 167) para los hispanos o latinos”.

“Hay más casos de cáncer de piel que todos los demás cánceres combinados”, explicó el doctor Jesse M. Lewin, profesor asistente de Dermatología, Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai. En ese sentido, indicó que “más de 5 millones de personas en los Estados Unidos son diagnosticadas con cáncer de piel cada año”, y “una de cada cinco personas en los Estados Unidos desarrollará un cáncer de piel a la edad de 70 años”.

Asimismo, la Sociedad Americana de Oncología Clínica aseguró que durante 2023, en Estados Unidos, “se diagnosticará a unos 97,610 adultos (58,120 hombres y 39,490 mujeres) con melanoma de piel invasivo”, siendo que en todo el mundo “se calcula que a unas 324,635 personas se les diagnosticó melanoma en 2020″.

En la Argentina, en tanto, se diagnostican más de 1.700 casos por año y, para el año 2040, esta cifra podría aumentar a más de 2.400, un 41% más que los registrados en 2020. Con 595 muertes anuales en el país según la IARC (International Agency for Research on Cancer), es más agresivo que el carcinoma (el cáncer de piel más frecuente) ya que puede invadir otras partes del cuerpo velozmente.

“Aproximadamente 200 mil personas son diagnosticadas cada año con melanoma (en Estados Unidos), un tipo de cáncer de piel que se desarrolla cuando los melanocitos (las células que le dan a la piel su color bronceado o marrón) comienzan a crecer sin control”, explicó Lewin, quien también es Jefe de Cirugía Micrográfica y Dermatológica de Mohs en el Departamento de Dermatología de Kimberly y Eric J. Waldman.

Por su parte, la oncóloga Yanina Pflüger (MN 120531), jefa del servicio de Melanoma y Sarcoma del Instituto Alexander Fleming (IAF) había señalado, en diálogo con Infobae, que “en Latinoamérica, según el Observatorio Global del Cáncer (Globocan), el melanoma no está dentro de los 10 más frecuentes. Sin embargo se proyecta que el aumento en la incidencia de este tumor lo va a posicionar dentro de los cinco más frecuentes en las próximas décadas”.

Mientras que la oncóloga especialista en melanoma María Florencia Cuadros (MP 15733), integrante de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), agregó: “El melanoma representa, aproximadamente, el 4% de los cánceres de piel. Hay un abismo de diferencia entre la detección precoz y no llegar a tiempo. Siempre decimos que es un tumor que está a la vista, porque lo tenemos en la piel, así que es fácil de detectar, hay que ir al dermatólogo para que nos revisen y llegar a tiempo”.

En ese mismo sentido se expresó Lewin, quien destacó que “el melanoma es una forma más peligrosa de cáncer de piel porque puede diseminarse a otras partes del cuerpo”. Es por eso que destacó la importancia de la detección precoz y advirtió: “A diferencia de muchos otros tipos de cáncer, los pacientes y los médicos tienen la ventaja de poder verlo a simple vista”. “No necesitamos pruebas invasivas para buscar este tipo de cánceres; solo necesitamos asociarnos con nuestros pacientes y estar atentos a lesiones nuevas y cambiantes, que son el signo más temprano de cáncer de piel. La otra ventaja es nuestra capacidad para reducir el riesgo de cáncer de piel protegiéndonos del sol”, agregó.

Cuáles son los factores de riesgo

Según explicó Lewin, “el melanoma afecta a más hombres que mujeres” y, pese a que “las personas de cualquier color de piel pueden contraer cáncer de piel, aquellos con piel más clara tienen un mayor riesgo general”. En ese sentido, destacó otros puntos a tener en cuenta:

– Personas con más de 50 lunares o con lunares atípicos, que a menudo son más grandes y tienen bordes más irregulares o borrosos que no son fáciles de ver.

– Las personas que son sensibles al sol, lo que incluye a quienes se queman con facilidad o tienen el cabello rubio o pelirrojo natural.

– Personas con antecedentes personales o familiares de melanoma.

Asimismo, la dermatóloga Marcela Moreno (MN 106685), jefa del Servicio de Dermatología Oncológica del Instituto Alexander Fleming (IAF), agregó: “La exposición solar intermitente (como la que se da habitualmente en vacaciones de verano) es la que mayor riesgo representa. Además, hay que tener en cuenta que la exposición durante etapas más tempranas de la vida es más peligrosa que en la adultez”.

Incluso, la experta enumeró otros factores de riesgo e incluyó: el pelo rubio o pelirrojo, ojos verdes o azules, pecas, dificultad para broncearse, historia familiar de melanoma, presentar numerosos lunares y antecedente de lunares displásicos.

El melanoma en pacientes con tonos de piel más oscuros a menudo se diagnostica en sus últimas etapas, cuando es más difícil de tratar”, resaltó Lewin y agregó: “Una razón es que las personas con tipos de piel más oscuros son más propensas a desarrollar cáncer de piel en pieles no expuestas o con menos pigmento, y estos son lugares en los que las personas tienden a no pensar ya que no están expuestos al sol”, por lo que ejemplificó: “Hasta el 75% de los tumores ocurren en las palmas de las manos y pies, en la boca y debajo de las uñas”.

Qué es la regla del “ABCDE”

Ante la importancia de detectar esta patología, los expertos destacan la importancia de la regla del “ABCDE”, una sigla mnemotécnica que sirve como ayuda para alertar al paciente. “Es para que le preste atención a la aparición de una lesión Asimétrica, de Bordes irregulares, de Color irregular, de Diámetro en aumento o mayor a 6 milímetros y especialmente a su Evolución”, detalló Moreno.

“Algunos de los primeros signos incluyen cambios en el tamaño, la forma o el color de un lunar existente o una nueva lesión marrón o negra con bordes irregulares, múltiples colores y asimetría. Entre el 20 y el 30 por ciento de los melanomas ocurren en lunares existentes, mientras que entre el 70 y el 80 por ciento se encuentran en piel aparentemente normal”, explicó Lewin.

Al tiempo que resaltó que “la mayoría de las células de melanoma aún producen melanina (pigmento marrón), por lo que los melanomas suelen ser de color marrón o negro. Pero algunos melanomas no producen melanina y pueden aparecer rosados, tostados o incluso blancos. Esta variedad destaca la importancia de ver a su dermatólogo para exámenes periódicos de detección de cáncer de piel”, más aún cuando “pueden desarrollarse en cualquier parte de la piel, pero es más probable que comiencen en el pecho y la espalda en los hombres y en las piernas en las mujeres. El cuello y la cara son otros sitios comunes”.

“Siempre examinarnos el cuerpo, solo o con ayuda de otros. Cualquier lesión nueva en la piel, con o sin pigmento, o un lunar que cambia en su tamaño, forma, color, si duele o pica, o si sangra debe motivar la consulta a un dermatólogo. Sin embargo, es importante aclarar que el autochequeo no reemplaza los controles médicos anuales con un dermatólogo”, explicó Cuadros.

Además, los expertos indicaron dos claves para el diagnóstico precoz del melanoma, ya que la detección temprana es clave para el éxito del tratamiento y disminuir tanto la morbilidad como la mortalidad. En personas sin antecedentes ni factores de riesgo, se recomienda:

1- Autoexamen: control de toda la superficie cutánea que hace el propio paciente. “Puede realizarse cada 2 o 3 meses, con ayuda de espejos, o de alguna persona de confianza para aquellas zonas de difícil acceso. De esta manera se busca que el paciente conozca su piel, y pueda descubrir y distinguir lesiones nuevas, o cambios en aquellas que ya conocía. Así podrá recurrir en forma temprana a un profesional médico”, precisó Moreno.

2- Control periódico en consultorio: el profesional de la salud es quien tiene la mayor certeza del diagnóstico de lesiones malignas. Por eso se recomienda que el control sea realizado por médicos dermatólogos especializados en control de lunares, con experiencia en dermatoscopia, ya que esta técnica mejora el diagnóstico, disminuye los falsos positivos, y evita biopsias y cirugías innecesarias. Además, aumenta la capacidad de detectar lesiones malignas.

“La mayoría de los pacientes consulta por el hallazgo de alguna lesión que les llama la atención. Es una ventana de oportunidad en la cual deberíamos trabajar desde la salud pública y la prevención primaria”, resaltó la doctora Pflüger.

Cómo se puede prevenir el melanoma

“Hay algunos factores de riesgo que no se pueden cambiar, como el tipo de piel, la edad y los antecedentes familiares. Pero hay formas de reducir el riesgo de cáncer de piel”, afirmó Lewin y agregó: “La mayoría de los cánceres de piel son causados por la radiación ultravioleta (UV) del sol y las camas de bronceado, por lo que lo más importante que puede hacer para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de piel es tomar medidas para protegerse de estas exposiciones”.

En palabras del experto, “los estudios muestran que tener cinco o más quemaduras solares duplica el riesgo de melanoma. Por eso, es especialmente importante educar y proteger a los niños y adolescentes del Sol”. Y agregó: “Las personas que utilizan por primera vez una cama de bronceado antes de los 35 años aumentan su riesgo de melanoma en un 75 por ciento”.

Asimismo, los expertos destacaron la prevención primaria y resaltaron siete consejos de fotoprotección fotoeducación:

1. En los meses de primavera-verano, evitar la exposición solar entre las 10 y las 16 horas.

2. Usar protector solar de amplio espectro (factor 30 o más), durante todo el año, incluso en los días nublados. Aplicarlo 30 minutos antes de cada exposición y renovar cada dos horas.

3. En niños mayores a 6 meses, utilizar protectores factor 50 o más (dermopediátricos).

4. Usar sombrero de ala ancha y lentes con filtro UV.

5. En espacios abiertos, elegir zonas arboladas, con sombra.

6. Cuando esté afuera, use ropa protectora y anteojos de sol que bloqueen los rayos UV y, si es posible, evite el sol durante las horas pico de sol (10 am a 4 pm).

7. Evite las camas de bronceado.

Además, al señalar el uso de protector solar, detallaron: “Una cucharada de protector solar del tamaño de una moneda de cinco centavos es suficiente para tu rostro. Una onza de protector solar puede cubrir todo el cuerpo, pero debe volver a aplicarse cada dos horas. Un estudio encontró que el uso diario regular de un protector solar SPF 15 o superior reduce el riesgo de desarrollar melanoma en un 50 por ciento. Su rostro es especialmente vulnerable al daño solar ya que está expuesto al sol todo el año”, detallaron.

Cuáles son los tratamientos disponibles para el melanoma

Sobre los tratamientos ante esta enfermedad, el doctor Abel González (MN 52032), jefe de la unidad de Oncología Cutánea del Instituto Alexander Fleming, destacó que la cirugía aún es un pilar fundamental.

“La cirugía de Mohs es una técnica quirúrgica precisa que se usa para extirpar cánceres de piel, incluidos los que se encuentran en áreas que son importantes para su apariencia y su vida diaria, como ojos, nariz, labios, orejas, dedos de manos y pies, así como para algunos cánceres de piel en otras áreas de su cuerpo. Este procedimiento se puede usar para tratar una amplia gama de cánceres de piel, incluido el cáncer de piel melanoma y no melanoma”, resaltó Lewin.

En ese tono, señaló que para esta intervención se administra anestesia local para luego extirpar el cáncer de piel para, luego de lograr eliminarlo por completo, se repare la herida cosiéndola para “un resultado funcional y cosmético óptimo”. Mientras que, según explicó Lewin, “para los melanomas que son más profundos, pueden estar indicadas pruebas e imágenes de los ganglios linfáticos, como una TC (tomografía computarizada) o PET (tomografía por emisión de positrones)”.

González, por su parte, señaló que en la última década se produjo una “revolución” por el desarrollo de drogas que son muy efectivas para el tratamiento sistémico y resaltó que los pacientes con melanoma avanzado, que antes tenían una sobrevida esperable del 5-10%, actualmente tienen sobrevidas mayores al 50% a los 5 años. “Esta evolución del tratamiento está en pleno desarrollo, y si bien en un inicio se trataban sólo pacientes avanzados, ahora se han incorporado otros en estadios intermedios, y han desplazado a la cirugía como primera opción”, indicó.

Asimismo, Pflüger advirtió que la elección del tipo de tratamiento está condicionada por la etapa en la que se diagnostica el melanoma: “Para las instancias en las que la enfermedad está en piel y/o ganglios, la principal conducta es la extirpación quirúrgica, evaluando luego la posibilidad o necesidad de agregar algún tratamiento sistémico de prevención (adyuvante) para disminuir el riesgo de recurrencia. En aquellos pacientes en los que la enfermedad se ha diseminado, la principal estrategia es sistémica. Hay varias moléculas disponibles y autorizadas en nuestro país. La inmunoterapia y la terapia dirigida con iBRAF/iMEK son las más utilizadas”.

Fuente: Infobae

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