En medio del debate. Lanzan la primera crema facial hecha en el país a base de cannabis

El cannabidiol, ingrediente incluído en las fórmulas medicinales, no produce abuso ni dependencia ni tiene efecto psicoactivo.

A lo largo de la historia, la ciencia argentina tuvo siempre un importante desarrollo y supo destacarse en varias ocasiones, contando, incluso, con tres científicos ganadores del premio Nobel. Hoy el país es uno de los que encabeza las investigaciones respecto al cannabis como planta medicinal que puede aportar diversos beneficios a la salud. Está difundida la acción que produce en tratamientos de epilepsia, sobre todo en los de más difícil resolución. Ahora es la dermatología quien se ve favorecida por las mejoras que puede ejercer sobre la piel.

El cannabis medicinal ya forma parte de los productos farmacéuticos. El respaldo científico que finalmente recibió lo sacó de entre las terapias alternativas a las que recurría un público ansioso de respuestas que no encontraba en la medicina tradicional. Si bien la epilepsia es la patología sobre la que más divulgación hay, otras ramas de la medicina recibirán los beneficios de una planta que, hasta no hace mucho, era mala palabra dentro de la ciencia.

Hoy es el turno de la dermatología. Con aprobación de la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), el laboratorio Alef Medical lanzó al mercado, en el mes de enero, Dermabidiol CB (@dermabidiolcb), crema a base de cannabis con calidad farmacéutica, que promete múltiples beneficios y deja entrever un futuro de mayores desarrollos. “Se sabe que el cannabis medicinal es lo que se va a venir. En Estados Unidos se escucha que es lo que se viene en dermocosmética”, adelanta Marilina Zabalo, médica dermatóloga miembro titular de la Sociedad Argentina de Dermatología.

Con propiedades hidratantes, calmantes, antiinflamatorias y antioxidantes, el fitoingrediente tiene muy variados efectos en la piel: la ilumina, mejora su textura, atenúa arrugas y líneas de expresión, reduce manchas, ayuda a mantener la hidratación, calma y regula la producción de sebo. Además, reconstituye la barrera cutánea y aumenta la resistencia de la piel al estrés. Pero su función no es meramente estética, dado que contribuye a mejorar ciertas patologías, como eczemas, psoriasis, rosácea, dermatitis seborreica y atópica, como complemento a los tratamientos específicos. Y, dadas sus propiedades antiinflamatorias, combate el acné. En casos de psoriasis, acné y rosácea, la acción antiinflamatoria, antiseborreica y reguladora del sistema inmune son responsables de las mejoras obtenidas. “Su potencialidad aún no está explotada al máximo y se esperan nuevos hallazgos”, señala Andrea Giuliani, dermatóloga jefa del servicio de dermatología del Hospital Central de San Isidro.

Pero, ¿cómo actúa el cannabis medicinal? “El sistema endocannabinoide descubierto recientemente, está presente en todo el organismo y regula una gran cantidad de funciones dentro del organismo y también en la piel. Se encuentra constituido por un sistema de receptores que son estimulados por cannabinoides endógenos. El cuerpo, al recibir cannabinoides externos, como son los fitocanabinoides presentes en la planta de cannabis, estimula las acciones de este sistema”, resume Giuliani.

En el caso de la piel, esto se traduce en acciones calmantes, hidratantes y antioxidantes. Se puede pensar que, al absorberse por la piel, la sustancia puede provocar los efectos propios de la marihuana, pero esto está científicamente comprobado que no es así. La planta de cannabis está compuesta por cannabidiol, que es el ingrediente incluido en las fórmulas medicinales. Este no produce abuso ni dependencia, es decir, no tiene efecto psicoactivo.

El otro principio activo que se extrae de la planta es el THC (tetrahidrocannabinol), que sí lo tiene, motivo por el que se descarta y no está presente en ningún producto medicinal. El THC llega rápidamente al cerebro y no se incluye en ningún producto con cannabis aprobado por la autoridad sanitaria. La planta, entonces, se separa en dos, para seleccionar sólo el componente apto para ser usado medicinalmente. Es fundamental que las fórmulas usadas en dermocosmética contengan cannabidiol puro, dado que estos no causan efectos secundarios graves.

“El THC, como fitocannabinoide, podría producir un efecto similar al cannabidiol. Pero, por su carácter psicoactivo y psicotrópico, no es deseable que se encuentre en los productos cosméticos”, aclara la doctora Giuliani. El laboratorio Alef Medical también produce un medicamento, a base de cannabis, aprobado por la ANMAT, para tratar la epilepsia refractaria en niños. En ambos casos, se garantiza que no contienen THC.

100% natural, el cannabidiol es el fitoingrediente con más investigaciones en curso para aplicar a la dermocosmética, lo que abre un abanico de nuevos hallazgos e indicaciones a futuro. La fórmula de Dermabidiol CB, la marca argentina pionera en incorporar el principio activo en una crema, está enriquecida con honokiol, magnolol, vitamina E, ácido hialurónico, aloe vera, alantoína, aceite de argán, de oliva y de almendras, que potencian su acción. No se aconseja su uso durante el embarazo ni la lactancia y tampoco en niños ni adultos mayores. Y su indicación debe ser médica.

Si bien se trata de una formulación natural, no se trata de un compuesto artesanal. “Resulta imprescindible que este tipo de presentaciones sean industrializadas, ya que la forma de elaboración influye en la calidad, la seguridad y la previsibilidad de sus efectos”. Incluido en la categoría de dermocosmético, tiene detrás estudios científicos que avalan su eficacia. “Los dermocosméticos presentan un mayor porcentaje de principios activos en su composición y sus fórmulas incluyen tecnología que facilita la penetración de las sustancias en las capas más profundas de la piel”, añade Giuliani.

Sus múltiples efectos y sus propiedades antioxidantes, calmantes y humectantes, lo vuelven apto para todo tipo de pieles y permiten simplificar las rutinas, al reemplazar con un solo producto varios pasos necesarios para el cuidado diario. Se aconseja evitar su uso sobre pieles lesionadas o irritadas. Preventivamente, se aplica para mejorar la calidad de la piel, aumentar su luminosidad, hidratación y firmeza, reduciendo así las líneas de expresión y primeras arrugas.

“Su textura es suave y liviana; se absorbe rápido y es super hidratante; deja la piel con aspecto descansado y con luminosidad; aclara las ojeras y manchas; no tiene perfume y eso me permite usarla en el contorno de ojos; atenúa la rosácea”, son los comentarios del público que ya la probó, en las redes sociales. Presentada en sociedad hace cuatro meses, van vendidas miles de unidades y los dermatólogos que comenzaron a recetarla ya cuentan con los comentarios de sus pacientes.

“Les gustó mucho. Es un producto innovador y los pacientes valoran la innovación con aval científico. Por otra parte, es sin fragancia y ése es otro aspecto resaltado”, asegura la doctora Zabalo. De entre sus pacientes, la dermatóloga indica el novedoso producto a aquellos con piel sensible y que no toleran otro tipo de cremas. El target específico al que la recomienda es el de personas que buscan líneas dermocosméticas con ingredientes naturales: “Muchos productos naturales no están aprobados. Hay pacientes que usaron una crema vegana y les produjo reacciones o irritaciones. Esta crema es ideal para ellos porque además es hipoalergénica, libre de alcohol y no probada en animales”.

En estos casos, la dermatóloga la indica como crema única de día, tal vez asociada a un sérum. Con el tiempo, “sienten una mejora en la elasticidad de la piel”, asegura. En pacientes con rosácea que adoptaron el producto, advierte que no causó irritación ni ardor. Como aún no hay presentación para cuerpo, la médica la receta, puntualmente, para colocar sobre alguna placa de eczema. Si bien es apta para todo tipo de pieles de todas las edades, Zabalo sostiene que es el público de más de 25 años el que busca productos naturales, no probados en animales e innovadores. De venta principalmente en farmacias, de acá a fin de año prometen más productos que completen la línea. Ya existen conversaciones con Chile y Uruguay para empezar a exportar y el laboratorio recibió consultas desde España.

Por: Malú Pandolfo

Fuente: La Nación

<< VOLVER