Coronavirus en Argentina: Las empresas privadas de salud reclaman al Gobierno ser incluidas en el programa de asistencia financiera

Claudio Belocopitt, presidente de la cámara del sector, advirtió que el sistema de salud privado se encuentra frente a “una tormenta perfecta” por el aumento de los costos del COVID y la caída de la actividad por otras patologías.

El presidente de la Unión Argentina de Entidades de Salud del Sector Privado (UAS) y director del Grupo Swiss Medical, Claudio Belocopitt, advirtió hoy que el sector atraviesa “una tormenta perfecta” por la emergencia del coronavirus y pidió al Gobierno en forma urgente “ser incluidos de manera especial en lo que es el decreto Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) 332/ 376 para que las clínicas puedan recibir apoyo del estado para enfrentar esta situación”.

«El sistema de salud tiene estar absolutamente preparado para cuando llegue el pico de la pandemia (NdR a mediados de mayo) porque es la primer línea de combate para afrontar esta situación”, explicó en declaraciones a radio Millenium. Y dijo que el Gobierno no solo tiene que ayudar a los hospitales públicos.

Del total de la población del país, aproximadamente un 30% se atienden en el sistema de salud público, mientras que el 70% restante se atiende en el sector privado –que incluye a las obras sociales sindicales-, lo que se traduce en una masa de pacientes y derivados cercana a los 30 millones de personas.

Los representantes que conforman UAS son entre otras, la Asociación de Entidades de Medicina Privada (ADEMP), la Cámara de Instituciones Médico Asistenciales de la República (CIMARA), la Cámara de Entidades de Medicina Privada de la República Argentina (CEMPRA), la Asociación de Clínicas, sanatorios y hospitales privados de la República Argentina (ADECRA), la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (ACAMI), la Cámara de Entidades de Diagnóstico y Tratamiento Ambulatorio (CEDIM), la Federación Argentina de Obras Sociales de Personal de Dirección (FAOSDIR).

Belocopitt explicó que como se han suspendido las actividades programadas no urgentes, las clínicas “están vacías y abocadas (desde hace un mes) a atender al COVID-19 y por supuesto situaciones de urgencia y cirugías que no se han podido reprogramar”. Por esta situación, las clínicas “trabajan a un promedio de 40 o 50% de su capacidad, lo que genera un problema económico para la mayoría de las clínicas con el agravamiento de costos que tiene todo el protocolo del COVID. » A la falta de actividades programadas, se sumó el aumento de los elementos de protección de médicos y enfermeros en «un 25 o por 30”.

Al ser preguntado sobre si el sistema de salud argentino soportará el pico de contagios del coronavirus, dijo que “ningún sistema de salud del mundo está preparado para enfrentar una pandemia de estas características”.

Los sistemas de salud se preparan en base a estadísticas de las patologías comunes, pero “cuando se producen una pandemia, todos van al sistema al mismo tiempo y los sistemas colapsan si la curva de contagiados crece violentamente”, contó.

“No resistió el sistema de salud español, ni el italiano, ni el francés, ni el mismo americano. Por supuesto el argentino no está a la altura del sistema como el americano y por eso tenemos que estar muy cuidadosos en que la curva se mantenga plana”, afirmó.

«La curva de los infectados está sesgada, hay que mirar la curva de fallecidos al nivel de Argentina y comparar con el resto del países pero con España, Italia, Francia, Estados Unidos -que son países con climatología invertida a nosotros- sino con Nueva Zelanda, Brasil, Chile o Uruguay«, subrayó Belocopitt.

Entre un 10 y12% de los médicos y enfermeros que “está en la línea de batalla se contagiaron» y es el recurso humano el más necesario, enfatizó. «El gobierno, con buen criterio, definió un ajuste salarial de 5 mil pesos por cuatro meses por trabajador que ellos llaman en la línea de combate”, finalizó el empresario.

FUENTE: CLARÍN

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