Cáncer: controles y consejos para prevenir los 4 tumores más frecuentes en Argentina

El de mama, colon, pulmón y próstata provocan casi la mitad de los casos. Síntomas, factores de riesgo y qué chequeos hacer a cada edad.

En el país ocurren más de 130 mil casos nuevos de cáncer al año, según las últimas estimaciones realizadas por el Observatorio Global del Cáncer (Globocan). La cifra ubica a Argentina entre los que tienen una incidencia de esta enfermedad (que no es una, sino muchas) media-alta.

Y si bien en las últimas décadas se produjeron grandes avances en los tratamientos (con la revolución de la inmunoterapia y la medicina personalizada, por ejemplo), todavía queda mucho por mejorar en materia de acceso a terapias. 

Esos recursos son necesarios cuando el cáncer ya se desarrolló. Pero hay una etapa previa, la de la prevención, en la que cada vez se pone mayor énfasis, sobre todo en jornadas como el Día Mundial del Cáncer, que se conmemora cada 4 de febrero. 

Es que se sabe que entre un tercio y la mitad de los casos podrían evitarse, (lo que en Argentina equivale a unos 50 mil nuevos casos menos al año).

¿Cómo? Reduciendo la prevalencia de un puñado de factores de riesgo conocidos a través de la adhesión a un estilo de vida saludable. Y con controles oportunos que favorecen la detección temprana de varios tipos de cáncer, lo que se asocia a un mejor pronóstico.

Ambos aspectos (reducción de factores de riesgo y chequeos en determinados grupos poblacionales) son fundamentales para reducir la incidencia y mortalidad de los cuatro tipos de cáncer más frecuentes en Argentina, que producen casi la mitad de la totalidad de los nuevos casos anuales: mama, colon, pulmón y próstata.

En el Día Mundial del Cáncer, especialistas responden qué hábitos ayudan a prevenirlos, cuáles son los síntomas de alarma y quiénes y a qué edad deben realizarse controles.

Cáncer de mama: controles y prevención

El cáncer de mama no es solo el tumor más frecuente en mujeres, es también el que más casos genera en el país: 22 mil nuevos durante 2020, según datos del Globocan, y unas 6000 muertes anuales.

Se estima que una de cada ocho mujeres lo desarrollará en algún momento de la vida. Pese a que puede aparecer en jóvenes, la mayoría de los casos de cáncer de mama se diagnostica a partir de los 50 años.

«El cáncer de mama se presenta con mayor frecuencia entre los 55 y 65 años. Sin embargo, aproximadamente un 10% de casos se diagnostican en menores de 40 y un 10%, en mayores de 80. Por lo cual, la edad no es un factor para subestimar un cáncer de mama cuando existen razones para sospecharlo», afirma Sabrina Barchuk, especialista en tocoginecología y mastología de la Sociedad Argentina de Mastología (SAM).

Además de la edad, otros factores que incrementan el riesgo de desarrollarlo son el exceso de peso, el sedentarismo y alto consumo de alcohol, entre otros. También puede haber predisposición genética, pero más del 75% de las mujeres con cáncer de mama no tienen antecedentes familiares de la enfermedad. Solo el 1% de los casos se presenta en hombres.

Dado que los tumores de menos de un centímetro tienen hasta el 90% de probabilidades de curación, la detección temprana es clave. Y en eso la realización de chequeos anuales y el control con mamografía juega un rol fundamental.

Las mamografías de rutina favorecen la detección temprana del cáncer de mama (incluso antes de que manifieste síntomas físicos o que pueda palparse a través de un autoexamen), lo que eleva las posibilidades de cura, con tratamientos menos agresivos que los que se realizan cuando el tumor está más avanzado.

A nivel poblacional, el Ministerio de Salud recomienda a todas las mujeres entre los 50 y los 69 años, sin antecedentes personales ni familiares de cáncer de mama (en este caso deberían comenzar antes), realizarse una mamografía cada uno o dos años. Fuera de ese rango etario sugieren consultar con el médico acerca de la conveniencia de hacer el examen.

«La decisión debe ser personalizada y de acuerdo a los antecedentes familiares de la enfermedad y factores de riesgo de cada mujer», dice una guía elaborada por el Instituto Nacional del Cáncer, que depende del Ministerio de Salud.

La indicación de las sociedades médicas es diferente. Un consenso suscripto por la Sociedad Argentina de Mastología (SAM), la Sociedad Argentina de Radiología (SAR) y la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), el Instituto de Oncología Ángel Roffo y otras cinco asociaciones recomienda en mujeres con riesgo promedio iniciar los controles con mamografía a los 40 años, sin edad de finalización determinada y sugiere continuar mientras la expectativa de vida exceda los 5 años.

La SAM sugiere realizar una primera consulta entre los 25 y 30 años para hacer una evaluación del riesgo. «En las mujeres sin riesgo incrementado, recomienda una mamografía anual a partir de los 40 años junto al examen físico mamario realizado por un profesional entrenado», insiste Barchuk.

En caso de tener antecedentes de cáncer de mama, la indicación es comenzar la mamografía anual 10 años antes de la edad del diagnóstico del familiar más joven que lo haya padecido.

No obstante, en caso de que cualquier persona detecte algún signo de alarma en las mamas -palpar un nódulo, observar un tironeamiento de la piel o del pezón, notar enrojecimiento y edema, entre otros, se debe hacer una consulta inmediata, «independientemente de la edad y de la fecha de su último control», subrayan desde la SAM.

¿Sirve el autocontrol? Los especialistas coinciden en que el autoexamen permite que las mujeres tengan un conocimiento de su cuerpo y de sus mamas, pero insisten en que no es una herramienta de diagnóstico precoz dado que cuando un nódulo es palpable la enfermedad y no se encuentra en estadios iniciales.

«El valor del autocontrol está dado, sobre todo, en que la mujer esté pendiente del estado de sus mamas y atenta a su salud en general«, indicó en ese sentido Verónica Fabiano, médica de planta del Servicio de Ginecología y Mastología del Instituto Alexander Fleming (IAF).

«Si una mujer incorpora el hábito de controlarse todos los meses en su hogar, es más probable que también se realice los chequeos médicos correspondientes con la frecuencia necesaria», dijo en en el marco de la presentación de EDA, un asistente virtual en Facebook Messenger para fomentar la concientización y el diagnóstico temprano. 

Si bien no hay estrategias que permitan evitar de manera absoluta el cáncer de mama, es posible adoptar medidas para disminuir el riesgo de desarrollar la enfermedad, entre las que se encuentran los buenos hábitos alimenticios, llevar una vida activa, mantener un peso saludable, no fumar, evitar el consumo de alcohol excesivo y no realizar terapias de reemplazo hormonal en la perimenopausia, enumeró Sergio Rivero, oncólogo clínico del IAF y DIM centros de salud. Y recordó que la lactancia ejerce un rol protector.

Cáncer de colon: síntomas y controles

Sobre el cáncer de colon en Argentina pesa una triste paradoja: pese a que es muy prevenible (al punto que 9 de cada 10 casos pueden evitarse), es el segundo que más casos y muertes produce cada año en el país (casi 16 mil y 7500, respectivamente).

La principal causa que explica esa realidad es que los pacientes llegan a la consulta médica tarde, cuando la enfermedad ya está avanzada.

La posibilidad de prevenir la mayoría de los casos de cáncer de colon o colorrectal (CCR) se debe a que en alrededor del 90% de ellos es precedido por una lesión precursora, el pólipo adenomatoso, que crece en forma lenta y silenciosa (puede demorar una década), lo que configura una ventana de tiempo para detectarlo, extirparlo y evitar que se transforme en un tumor.

¿Cómo? A través de los métodos de rastreo como el test de sangre oculta en heces y la colonoscopia, principalmente. No obstante, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en 2018, apenas una de cada cuatro personas de entre 50 y 75 años se realizó alguna vez una de esas pruebas.

Las guías indican que a partir de los 50 años todas las personas, aunque no tengan síntomas, deben efectuarse chequeos regulares.

«Pero hay gente que tiene que empezar antes», subraya Lisandro Pereyra, médico gastroenterólogo del Hospital Alemán y miembro de ENDIBA (Endoscopistas de Buenos Aires). «Si una persona tiene un padre que tuvo cáncer a los 40 años, debe empezar 10 años antes a examinarse. Si no le preguntamos, quizás viene a los 50 y puede llegar a ser tarde», destaca.

También deben comenzar antes quienes tengan un riesgo incrementado por otras razones, como vivir con enfermedad inflamatoria intestinal.

Para poder estimar el riesgo individual de desarrollar cáncer de colon, Pereyra junto a su colega Leandro Steimberg y otros profesionales argentinos desarrollaron la herramienta inteligente Chequeátucolon, de acceso libre y gratuito que, a través de dos calculadoras, informa cuándo comenzar los controles y sobre medidas que ayudan a prevenir el CCR.

«La edad es uno de los factores de riesgo más importantes, pero no modificable. Es muy clara la relación de incidencia, con incremento del riesgo a partir de los 50 años. De todos modos es importante mencionar el aumento de la incidencia en la población joven«, sumó Federico Esteso, subjefe de Tumores Digestivos del IAF.

Los especialistas advierten que el avance de la incidencia de factores de riesgo que sí pueden modificarse, como el exceso de peso, el sedentarismo y la mala alimentación, es lo que está favoreciendo el desarrollo de cáncer de colon a edades más tempranas.

Por eso, además de los chequeos regulares (que conforman la prevención secundaria), aconsejan como parte de la prevención primaria: consumir una dieta rica en fibras, especialmente vegetales y frutas; disminuir el consumo de carnes rojas y grasas de origen animal; ingerir productos ricos en calcio (lácteos); realizar ejercicio físico regularmente y evitar el sobrepeso; disminuir el consumo de bebidas alcohólicas y no fumar.

Y recuerdan que independientemente de la edad o de los antecedentes, deben realizar una consulta médica inmediata todas las personas que detecten señales de alarma entre las que se incluyen sangrado por vía anal durante las evacuaciones y el cambio en la manera habitual de evacuar, dolores abdominales, rectales, pérdida de peso o anemia.

Cáncer de pulmón: quiénes deben controlarse

Más de 12 mil nuevos casos (casi 2 de cada 3 en hombres) y unas 10 mil muertes al año se producen en Argentina por cáncer de pulmón. Es el tercer tipo de cáncer que más casos genera y al que se asocia la mayor cantidad de fallecimientos.

Fumar es el principal factor de riesgo para desarrollarlo (9 de cada 10 personas que lo padecen fuman), por lo que no hacerlo o dejar el cigarrillo es la mejor forma de evitarlo.

Afecta sobre todo a mayores de 60 años, aunque puede presentarse también en personas jóvenes (en quienes la causa suele ser genética).

Si bien en los últimos años hubo importantes innovaciones en el tratamiento (con terapias dirigidas e inmunoterapias), el gran problema que sigue enfrentando el cáncer de pulmón es no solo que todavía muchas personas son tabaquistas (en el país fuman casi uno de cada cuatro adultos), sino que dado que no da señales en etapas tempranas, suele diagnosticarse en estadios avanzados, cuando su abordaje es más complejo.

Tos (con o sin sangre), cansancio, pérdida de peso, falta de aire o dolor asociado a metástasis (cuando el cáncer se extendió hacia otras localizaciones como huesos o cerebro, por ejemplo), son algunos de los síntomas con los que puede manifestarse el cáncer de pulmón avanzado.

«Con el objetivo de dar vuelta este escenario y para abordar el problema del diagnóstico tardío, se han desarrollado a nivel global programas de tamizaje o screening utilizando tomografías de tórax de baja dosis de radiación en población de alto riesgo, definida por su edad y su historia de tabaquismo», explica Iris Boyeras, médica neumonóloga del Instituto de Oncología Ángel Roffo e integrante de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).

¿Quiénes integran esa población de alto riesgo y cuándo deben iniciar los controles? «En la actualidad se recomienda la tomografía en pacientes que han sido muy fumadores y que tienen entre 55 y 75 años de edad. Es en este grupo donde se ha evidenciado reducir las muertes por cáncer de pulmón», precisa Claudio Martin, jefe de Oncología Torácica del IAF.

Así lo establece el Consenso Argentino para el Tamizaje de Cáncer de Pulmón que fue elaborado recientemente por especialistas argentinos.

Como indica Martin, son dos los factores clave que el consenso toma en cuenta para la recomendación de evaluar a las personas en mayor riesgo: la edad y si la persona es o fue fumadora.

Una persona de entre 55 y 75 años con antecedentes de tabaquismo, con un historial de fumar 30 paquetes por año (equivalente a 600 anuales), que fume en la actualidad o haya dejado el cigarrillo en los últimos 15 años) debe someterse a detección temprana con tomografía.

Cáncer de próstata: la importancia del chequeo anual

El cáncer de próstata es el más frecuente en hombres: produce unos 11 mil casos nuevos por año (uno de cada cinco tumores detectados en varones) y causa más de 3700 muertes.

El principal factor de riesgo para el cáncer de próstata es la edad. Por eso, a partir de los 50 años se aconseja un control urológico anual que favorece el diagnóstico temprano y permite establecer si es necesario iniciar o no un tratamiento. Los varones con antecedentes familiares deben comenzar antes los chequeos.

La relevancia de detectarlo en forma precoz radica en que, de ser necesario, el tratamiento puede impedir o retrasar el avance; mientras que hay casos en los que solo se indica un seguimiento activo (y no tratamiento).

Sin embargo, los especialistas advierten que los hombres suelen llegar a la consulta en estadios avanzados de la enfermedad, cuando ya experimentan síntomas, como dificultad al orinar, sangre en el semen, dolores en los huesos, molestias en la zona pélvica y disfunción eréctil.

Con el objetivo de dejar de seguir llegando tarde, insisten en la recomendación de realizar una visita anual al urólogo a partir de los 50 años para la realización del tacto rectal y un análisis en sangre del Antígeno Prostático Específico (PSA, por sus siglas en inglés). El diagnóstico se confirma a través de una biopsia de próstata.

«En el caso de personas con antecedentes de familiares cercanos de cáncer de próstata, sobre todo padre y/o hermano o antecedentes de múltiples tumores en la familiar de cáncer de mama, ovario o colon se sugiere comenzar con los controles a partir de los 40-45 años. Cerca de un 10% de los cánceres de próstata pueden tener una predisposición genética», señalaba en una nota con Clarín el médico urólogo Juan Ignacio Ramos Suppicich, de la sección de Uro-Oncología del Servicio de Urología del Hospital Ramos Mejía.

Hábitos para prevenir el cáncer

Por fuera de los factores genéticos que pueden favorecer distintos tipos de cáncer, un gran número de casos son atribuibles a obesidad (vinculada a la mala alimentación y el sedentarismo), tabaquismoinfeccionesexposición a la radiación ultravioleta (UV) y consumo de alcohol.

En ese sentido, se calcula que alrededor de 4 de cada 10 casos podrían evitarse a través de la modificación de conductas vinculadas a esos factores de riesgo.

«Si lleváramos un estilo de vida saludable, que incluye alimentarse bien, realizar ejercicio, no fumar, moderar la ingesta de alcohol, cuidarse del sol y realizarse chequeos médicos de rutina, se evitarían decenas de miles de casos de cáncer al año y detectaríamos a tiempo otros tantos, pudiéndolos abordar con más herramientas y mejor pronóstico», afirmó Emilio Batagelj, médico oncólogo, actual presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC).

En la misma línea y en el marco del Día Mundial del Cáncer, LALCEC lanzó la campaña «Un día para conmemorar y 364 para prevenir», que invita a la comunidad a poner en práctica hábitos de vida saludables para prevenir el cáncer y promover la detección temprana.

«Sabemos que la práctica de hábitos de vida saludables incide positivamente en el estado general de salud de las personas. Si bien cada caso es único, y existen múltiples factores por los cuales la enfermedad puede aparecer, cuidarnos será siempre una forma más de prevenir«, concluyó el oncólogo Carlos Silva, coordinador médico y del Área Psicosocial de LALCEC.

¿Por qué se conmemora el Día Mundial Contra el Cáncer el 4 de febrero?

El Día Mundial contra el Cáncer se conmemora cada 4 de febrero con el «objetivo de prevenir millones de muertes cada año mediante la sensibilización y la educación sobre el cáncer y presionando a los gobiernos y las personas de todo el mundo para que tomen medidas contra la enfermedad», explica la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) en su sitio web.

El lema elegido para este año es «Por unos cuidados más justos», que busca visibilizar la necesidad de cerrar la brecha en la atención que afecta a los sectores más desfavorecidos.

Foto: Shutterstock

Por: Florencia Cunzolo

Fuente: Clarín

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